El chico fue retenido por dos agentes de movilidad tras una supuesta agresión con un arma blanca a otro joven en General Villalba.
Las redes sociales de Melilla vuelven a hervir con un suceso que involucra a agentes policiales y a uno de los menores marroquíes que se encuentran en nuestra ciudad. En esta ocasión, es el vídeo de una vecina de General Villalba en el que se observa cómo dos guardias de movilidad retuvieron a un chico de 12 años tras una supuesta trifulca con otro joven de 17, a la espera de que llegase la Policía al lugar de los hechos.
Según fuentes del cuerpo de agentes de movilidad, los dos compañeros habían intervenido en una riña entre dos menores cerca de la frontera de Beni Enzar, en la que uno de ellos (el retenido), supuestamente, agredió con un arma blanca al otro.
Alegan que, tras cometer este hecho delictivo, procedieron a retener al menor “que había asestado dos puñaladas” hasta que llegaron los agentes de las Fuerzas de Seguridad. Éste se encontraba oculto bajo un coche, y en el zarandeo para sacarlo muchos viandantes se acercaron al lugar para increpar a los funcionarios que intentaban inmovilizar al muchacho.
“Sabemos que no tenemos competencia para realizar este tipo de acciones, ¿pero qué hacemos si observamos algo así, miramos para otro lado?”, se preguntaban las fuentes consultadas por El Faro.
Testigo presencial
La chica que publicó el vídeo de la actuación de estos agentes de movilidad con el chico, a la que preservaremos en el anonimato, relató que el menor de 12 años (no 9 como inicialmente creía) “fue tratado como un terrorista, retorciéndole los brazos y arrastrándolo por el suelo”. La testigo, de catorce años de edad, dijo haberse acercado hasta el lugar donde estaba el chico inmovilizado “a defenderlo”, donde supuestamente recibió “un codazo en la barriga que la tiró al suelo”.
Según esta muchacha, que dice haber mantenido el contacto estos días con el menor tras lo sucedido, el chico “no apuñaló a nadie, tan sólo estaba corriendo a gritos detrás de otro -de 17 años- que esta misma semana le había rajado la cara con una botella de cristal. En la foto cedida se puede ver claramente”, expresó a este periódico.
Añadió, además, que otros muchos testigos presenciales observaron la escena, y que actualmente el niño presenta múltiples rozaduras y quemaduras “tras haber sido arrastrado por estas personas por el asfalto y delante de todos, sin importar los gritos de este muchacho”.
Este periódico se puso en contacto con la Policía Nacional para intentar conocer su versión de los hechos, pero alegaron que la información relativa a los menores “es lo suficientemente delicada como para pecar de imprudentes con su revelación”.