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Los melillenses Mari Loli y Sebas montan por noveno año un belén en su casa para exhibirlo
Muchos ciudadanos han convertido el belén en una filosofía de vida que va mucho más allá de la Navidad. Eso sí, sin olvidar que es una de las más importantes tradiciones de esta época.
La historia del nacimiento de Jesús y todos los hechos que lo rodearon son escenas que habitualmente se muestran en este arte, que en Melilla cuenta con dos destacados representantes: Mari Loli y Sebas, una pareja del barrio de la Victoria.
Por noveno año consecutivo, han armado un belén en el interior de su casa, pero que a través de un escaparate queda a la vista de todo viandante.
Como manda la costumbre, transmitida de generación en generación, lo han hecho en el puente de la Inmaculada. Sebas aseguró que lo montó sin la ayuda de su mujer, pero que con el paso de los años ya tiene mucha práctica y que su creación no le robó mucho tiempo.
Ayer, por fin llegó el momento para inaugurarlo. Numerosos vecinos y amigos se concentraron a las puertas de la casa de Mari Loli y Sebas para compartir con ellos este momento tan esperado. Para animar el ambiente, cantaron varios villancicos populares y disfrutaron de una pequeña comida juntos. Los anfitriones repartieron bocadillos, refrescos, cerveza y vino.
Valor
Sebas hizo hincapié en el valor de este nacimiento, ya que supera los 8.000 euros. “La pieza de la Virgen del Carmen me costó 1.900 euros y la del Cautivo también”, aseguró. Explicó que la imagen de la Virgen del Rocío fue elaborada por un amigo de Málaga. El belén, compuesto por cerca de 15 figuras, podrá ser visitado hasta final de enero.