El acusado se declaró culpable para acogerse a un acuerdo alcanzado con el Ministerio Fiscal. Un joven marroquí de 22 años llevaba ocultos en el lugar del depósito de combustible de su vehículo a dos inmigrantes de origen subsahariano con los que intentó cruzar la frontera de Beni Enzar para entrar en Melilla, pero fue interceptado por la Guardia Civil. En el juicio se declaró culpable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y se acogió así al acuerdo que su abogado defensor llegó con el Ministerio Fiscal. Gracias a ello, cumplirá la pena mínima prevista en el Código Penal, cuatro años de cárcel. Los hechos ocurrieron el pasado 6 de marzo, cuando los agentes de la Benemérita en el puesto fronterizo de Beni Enzar inspeccionaron el vehículo del acusado y hallaron un doble fondo en el maletero. El espacio en el que debía estar el depósito de combustible, había sido modificado y en su interior viajaban dos personas de origen subsahariano. Tal y como se recoge en los hechos probados de la sentencia de la Audiencia, el acusado cobró 2.000 dirhams (unos 200 euros) por hacer el “transporte” y puso en peligro la integridad física de los inmigrantes, pues el habitáculo era de reducidas dimensiones, no había ventilación y prácticamente los dos subsaharianos no podían moverse, lo que pudo haber provocado la muerte por asfixia de ambos.