El presidente de AJE en Melilla, Yussef Mohand, analiza el panorama juvenil empresarial local y, a pesar de la coyuntura económica, no duda en afirmar que los empresarios serán claves para salir de la crisis. Montar una empresa o un negocio se erige hoy día como una de las salidas para muchos jóvenes muy preparados, pero a causa de la coyuntura económica se encuentran con más dificultades a la hora de iniciar un proyecto empresarial. El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Melilla, Yussef Mohand Mensor, afirma que ser joven es un handicap, pero se muestra convencido de que, a pesar de la crisis económica, hay un abanico de oportunidades que deben animar a esos jóvenes, en su mayoría desempleados, a iniciar un negocio y “montárselo por su cuenta”.
En esta entrevista Mohand analiza el panorama empresarial local y nacional y destaca la importancia de “cambiar el chip” y animarse a emprender, a autoemplearse y abandonar la cómoda idea de ser un asalariado. Iniciar un negocio es tarea difícil, pero, a buen seguro, con una idea innovadora, que marque la diferencia en el competitivo mercado, el éxito estará asegurado.
–¿Cuándo y cómo surge la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Melilla?
–La idea nace en febrero del año pasado. En varios viajes de negocios que hice ese año me di cuenta que había unas organizaciones juveniles en distintas ciudades de carácter empresarial. Estuve investigando si en Melilla existía esta red y viendo que no había ninguna asociación me decidí a crearla. Nació estatutariamente en noviembre de 2011, pero como hubo cambio de gobierno y tras los protocolos burocráticos pertinentes hasta febrero de este año no hemos tenido todo el papeleo en serio.
–¿Cuántos socios tiene actualmente AJE Melilla?
–Ahora mismo estamos rondando los veinte socios y pertenecen a varios sectores, tales como el turístico, el infantil y el sector servicios, entre otros. Todos tienen menos de 41 años porque es la edad estipulada y que se considera joven, para pertenecer a la asociación.
–¿Qué ventajas ofrece AJE Melilla a sus socios?
–El objetivo principal es dinamizar las empresas juveniles de Melilla y que puedan crear estrategias de marketing o de producto en conjunto y hacer ‘networking’, que consiste en realizar jornadas de trabajo en las que se fomente el flujo empresarial y el ejercicio comercial. Por otro lado, la asociación también ofrece asesoramiento a los jóvenes empresarios y emprendedores para montar su empresa informándole en materia de subvenciones y ayudas para la financiación. En este sentido, AJE Melilla está inscrita en la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE) que nos permite aumentar nuestra capacidad de asesoramiento y la posiblidad de acceder a ayudas y ofrecer unos créditos interesantes para los jóvenes. Por ejemplo, el Ministerio de Industria, a través de ENISA, se conceden créditos hasta 70.000 euros sin aval y a un interés más bajo con respecto al mercado actual. Hay un abanico de posibilidades muy atractivo para los jóvenes empresarios y en materia de asesoramiento para iniciar los trámites burocráticos para poner en marcha un negocio también podemos ayudar desde AJE Melilla.
–¿Es muy difícil montar una empresa hoy día?
–En los tiempos que corren sí, pero hay que destacar que ahora está encima de la mesa una nueva Ley de Emprendedores que va a hacer que el camino burocrático sea más fácil. De hecho, en Madrid ya se puede montar una empresa en menos de 24 horas y eso sería un paso muy interesante si se extendiera esta iniciativa.
–Sin duda la crisis económica condiciona cualquier iniciativa empresarial…
–Efectivamente, pero precisamente por el entorno que tenemos de esta crisis y la alarma social que existe por la alta tasa de desempleo, hay que apostar por los emprendedores, por la innovación y por la gente joven. Hay que apostar por el emprendimiento.
–Esos microcréditos de los que me habla, que ofrecen unas condiciones más flexibles y ventajosas, ¿realmente se conceden?
–Sí y, de hecho, este año la partida presupuestaria de Esine está dotada con 20 millones de euros. Se conceden, pero hay que tener claro que estas ayudas a la financiación se otorgan cuando el proyecto es solvente y viable. Para ello, además, tiene que pasar por dos filtros, primero el de AJE Melilla y el segundo, el de la CEAJE. Después, si el proyecto tiene base, no hay ningún tipo de problema.
–¿Cuáles son los requisitos para que una idea de negocio o un proyecto empresarial sea viable?
–La innovación juega un papel muy importante en los tiempos que estamos porque si se ofrecen los mismos servicios o productos que otra empresa es meterse en la vorágine de la competitividad que es demasiado hoy día. Las nuevas tecnologías, por supuesto, es un sector en auge con la web 2.0 y las redes sociales. Definir las características para un buen proyecto es difícil en ámbitos generales, pero creo que se puede hacer mucho con una inversión mínima. Con ello quiero decir que estamos hablando de cantidades no superiores a 100.000 euros, por ejemplo, que es una cantidad que una persona joven posiblemente no puede acceder a ella.
-¿Usted qué valoraría de un proyecto o idea de negocio para determinar si es viable y sostenible como dice?
–Es difícil responder a esa pregunta porque aún no sabemos qué baremos y criterios se van a solicitar –en relación a la línea de financiación de ENISA, dependiente del Ministerio de Industria–. Únicamente contamos con la experiencia de la legislatura pasada y puedo decir que no se exigió una idea muy innovadora ni muy rentable ni tan siquiera tener un local o una sede física. Se valora la viabilidad y sostenibilidad el proyecto y que lo pueda pagar el emprendedor.
–¿Ser joven supone tener más obstáculos a la hora de emprender?
–Sí. La respuesta es rotunda porque el empresario consolidado y que tiene una trayectoria, ése camino ya lo ha andado. El joven tiene en contra la falta de experiencia para encauzar el tema burocrático, pero ahora existe un abanico de posiblidades muy importante. Por ejemplo, Proyecto Melilla S.A. (Promesa) cuenta con un servicio de gestión de proyectos muy útil. Desde la asociación estamos intentando que se apueste por las ideas que surjan y que se apoye el emprendimiento. Ser joven tiene más desventajas por muchas razones. La financiación es la primera porque un joven no parte del mismo punto que un empresario semiconsolidado o consolidado. Por otra parte, el desconocimiento, como digo, de la información y los trámites burocráticos también es un factor en contra.
–En Melilla, ¿cuál sería el sector en el que los emprendedores tendrían que apostar?
–Yo creo que ahora mismo cualquier sector en Melilla se puede explotar, quitando el industrial y el agrícola. Lo que pasa que volvemos a lo mismo, lo importante es la innovación. La idea es lo que va a definir que un proyecto llame la atención y que sea viable para que empiece a andar. El otro día me comentaba un compañero una idea innovadora como es un servicio de peluquería para animales domésticos a domicilio. Es una idea que está muy bien y que tiene un valor añadido: el cliente no pierde el tiempo llevando a su mascota a un sitio. Este tipo de cosas son las que se necesitan a la hora de iniciar un negocio.
–Imaginando que se han salvado todos los obstáculos de la financiación y el trámite burocrático, ¿cuál es la clave para que el proyecto empresarial de un joven perdure en el tiempo?
–Yo creo que eso lo va a marcar la política del empresario, por lo que apueste, por lo que se forme, por lo que siga innovando y lo que invierta en sus recursos humanos y materiales, el plan de marketing... Todo, en definitiva. Una empresa o idea de negocio muy innovadora no se puede estancar en el tiempo. Yo creo que para mantenerlo lo mínimo que puede hacer un empresario, a título personal, es establecer un buen plan de marketing y de gastos en los que invierta en publicidad, inversión y renovación.En este aspecto, hay empresas que se dedican a asesorar a los empresarios si sus negocios están estancados y establecen las prioridades y líneas de actuación para que la empresa y la idea de negocio salga a flote y reciclarla.
–¿Los jóvenes hoy día en Melilla cuentan con la suficiente formación y cualificación para emprender?
–Sí, yo creo que sí. En varias ocasiones he participado en conferencias en la Universidad de Granada (UGR) y veo gente muy formada y preparada. No se puede exigir más, pero sí hacer hincapié en fomentar la cultura del emprendimiento porque en nuestro país nadie quiere ser empresario, autónomo y montárselo por su cuenta. No vamos a engañar a nadie, montar una empresa es un riesgo y poca gente se atreve a correr ese riesgo. Esto tampoco puede estar en manos de unos pocos. Tiene que haber más valientes porque además el emprendimiento va a ser uno de los pilares fundamentales para salir de la crisis, si no, no vamos a llegar a ningún lado.
–Sin duda, iniciar una empresa es una gran responsabilidad. Por su experiencia, ¿cuál es la principal preocupación de un joven empresario?
–Los gastos que puedan generar la empresa, desde impuestos a cuotas de la Seguridad Social. Somos el país de la Unión Europea que tiene las cuotas más altas de cotización a la Seguridad Social y todos estos gastos son un quebradero de cabeza porque son fijos que se mantienen en el tiempo. Igual pasa con el impuesto de sociedades, las cuotas patronales, costes de los trabajadores, la mutua, la asesoría o el alquiler del local. Todo eso se carga desde el minuto cero de iniciar una empresa.
–¿En Europa se fomenta más el emprendimiento?
–Yo creo que sí, aunque no lo sé, pero seguramente los técnicos que están elaborando la Ley de Emprendedores de la que le hablaba antes, habrán mirado a Europa para confeccionar algo más acorde a las condiciones que hay ahora. Por ejemplo, yo sé que la cuota de un autónomo en Londres son 17 libras, un precio irrisorio y ese tipo de iniciativas fomentan el emprendimiento. Hoy día, le repito, hay que fomentar la cultura del emprendimiento como una salida al desempleo. Hay gente muy bien formada que está en el paro y todos ellos podrían plantearse iniciar una empresa con este tipo de facilidades e iniciativas. De hecho, desde la CEAJE se está intentando conseguir que la cuota de los autónomos sea de 50 euros. Este tipo de medidas haría que ciertas personas, que antes no tenían claro iniciar un negocio, se animen a emprender.
–¿Cree que la reforma laboral puede favorecer a los jóvenes emprendedores?
–Yo creo que sí por una sencilla razón. Ciertos artículos de la reforma laboral establecen criterios más flexibles a la hora de la contratación y, sin entrar en cuestiones políticas, esa flexibilidad, lógicamente, animará a los empresarios a que contraten sin que ello ponga en un apuro la supervivencia de su empresa. Creo que la reforma laboral es un buen comienzo para subir los niveles de autoempleo.
–Estamos acostumbrados a oír que el tejido empresarial en Melilla está de capa caída, ¿opina usted lo mismo?
–No creo que eso sea real. La Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) tiene una actividad frenética en todos los campos. Creo que este tipo de afirmaciones responden a opiniones partidistas y no hay que tenerlas demasiado en cuenta. Yo sé que la CEME, con Margarita López Almendáriz, está haciendo mucho por las empresas de la ciudad y la verdad es que, de momento, no creo que se esté dando un parón, para nada. Al contrario, vemos que hay una actividad empresarial muy importante y casi todos los sectores están representados en la CEME: autoescuelas, construcción, panaderías, comercio... En fin, todos. Únicamente faltaba la representación de AJE Melilla en la Confederación y ya estamos adheridas a la CEME, con lo que los jóvenes empresarios ya estamos también representados.
–¿Ve usted como una oportunidad ampliar las fronteras de un negocio no solamente a la península sino a Marruecos?
–Melilla tiene la ventaja de que mira al norte y está la península y mira al sur y está Marruecos. Ampliar el negocio al país vecino tiene que venir de la mano de un estudio, sustentado en informes empresariales, para que pasar la frontera no suponga un riesgo excesivo al empresario. Marruecos puede ser una baza para el emprendedor porque puede hacer un determinado producto que sirva para los dos países, pero Marruecos no deja de ser un país con diferentes costumbres y culturas y que no está en el mismo nivel empresarial que España. Aquí, en nuestro país, el nivel empresarial es muy alto y Marruecos tiene aún mucho camino por recorrer, pero puede ser una ventaja para los empresarios melillenses y, de hecho, ya hay empresas que lo están haciendo y eso es bueno.