Le acusan de amenazar cerca del Parque Hernández al propietario del móvil con un arma blanca y echar a correr tras el robo.
En uno de los juicios celebrados en el Juzgado de lo Penal número 2 esta semana, el Ministerio Fiscal solicitó una pena de prisión de dos años para un ex toxicómano por un robo con violencia o intimidación, delito tipificado en el artículo 242 del Código Penal.
Los hechos juzgados sucedieron el pasado 13 de mayo de 2015. El acusado, cuyas iniciales son A. M., declaró a preguntas de la fiscal que a media tarde de ese día se encontraba en la calle General Marina, una de las vías que lindan con el Parque Hernández.
A. M. admitió que se dirigió a un joven, cuyas iniciales son J. C., para “pedirle su teléfono móvil y hacer una llamada”. El acusado dijo no conocer de antes a esa persona. La fiscal preguntó al acusado si, acto seguido, “le sacó una navaja” al joven, a lo que respondió que no. “¿No le dijo deja de seguirme o te rajo?”, insistió la acusación pública, lo cual fue también negado.
A continuación, A. M. respondió a las preguntas de su abogado defensor, al que afirmó que en el momento de los hechos era consumidor de “heroína, cocaína y pastillas”. Asimismo, añadió que en julio de ese año estuvo ingresado en el Hospital Comarcal por una sobredosis. Aparte, aseguró que lleva “siete meses” sin consumir drogas y que acude periódicamente a un psiquiatra.
El testimonio de la supuesta víctima del robo añadió otras situaciones no narradas por el acusado. El joven afirmó que A. M. lo paró por la calle y le pidió “que le dejara el móvil”. Al negarse a hacerlo, aseveró que el acusado le mostró “el mango de un cuchillo” que llevaba sujeto en su cintura.
J. C. accedió entonces a entregarle el teléfono y A. M. emprendió la huida. Al seguirlo el joven, el inculpado, según el testigo afectado, se dio la vuelta, llegó a mostrarle el cuchillo y le dijo que se lo “clavaría” si lo seguía.
El letrado de la defensa le recordó al joven que en su declaración ante la Policía había hablado de una “navaja” en lugar de un cuchillo. “Lo mismo me da que me clave uno u otro”, replicó el joven.
Robo con violencia
La fiscal concluyó que los hechos descritos constituyen un delito de robo con violencia o intimidación tipificado en los puntos 1 y 3 del artículo 242 del Código Penal, por lo que reclamó dos años de prisión para A. M. Según indicó, “el acusado ha reconocido parcialmente los hechos” y la declaración efectuada por el perjudicado coincidió con la que éste realizó ante la Policía.
Aparte de la pena de cárcel, la fiscal solicitó el pago de 420 euros en concepto de responsabilidad civil por el robo del terminal. La defensa consideró que no está “acreditado” que su cliente usara un cuchillo y que cometió el acto del que se le acusa “bajo el síndrome de abstinencia”. Por ello, solicitó la libre absolución del inculpado. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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