En la temporada de baño, la gente disfruta de la playa, sobre todo en días como este en el que el sol luce con todo su esplendor. Además, aún no hay aglomeraciones y se puede gozar mejor de todo lo que allí se ofrece.
En San Lorenzo había, este jueves por la mañana, varios grupos de niños y jóvenes jugando al fútbol y con la pelota a otras cosas, además de unas cuantas personas sentadas bajo la sombrilla.
Durante estos 15 días de mayo, el servicio de socorrismo -compuesto por ocho socorristas, un enfermero y un supervisor- se realiza de 12:00 a 18:00 horas, incluida la Ensenada de los Galápagos. Tampoco está puesta todavía la bandera azul, lo cual no sucederá hasta que se inaugure la temporada alta, en el mes de junio. Nada de ello fue óbice para que algunas personas disfrutaran del buen tiempo que hacía por la mañana.
En la Ensenada de los Galápagos, un lugar que este año se ha mantenido abierta con un horario- había una mujer paseando por la orilla mientras hablaba con el teléfono móvil y dos chicas sentadas en la arena.
Una de ellas, Narjis Elhamdaoui, ha vuelto recientemente a Melilla después de 14 años viviendo en varios sitios fuera, el último de ellos Mallorca. Cuenta que, en su opinión, la ciudad “tiene muchos puntos positivos”, a saber: “Es bonita y tiene calidad de vida y playa”.
Desde que regresó a Melilla, es la segunda vez que ha ido a esta playa, que es su favorita porque “el agua está más limpia y no tiene tanta arena”, lo que viene bien en días como este, en el que soplaba el viento.
A Narjis le gusta pasar un rato tumbada sobre la arena de la Ensenada de los Galápagos, donde encuentra la “tranquilidad” y la “calma” necesarias antes de ponerse a trabajar por la tarde.
También había tres jóvenes -Miriam, Miguel Ángel y Carlos- procedentes de Madrid y de Valladolid que se encuentran en la ciudad autónoma con ocasión de una boda. Les habían aconsejado pasar por esta playa, que, aunque está “escondida”, tiene “unas vistas magníficas”, han explicado. Querían intentar llegar a Cala Trápana.
Todo en orden
Cabe recordar que todas las playas de Melilla cumplen con las especifidades en cuanto a calidad del Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño Náyade, dependiente del Ministerio de Sanidad.
Es este un método que mide la presencia de dos bacterias -escherichia coli y enterococos- en el agua y cuya presencia debe ser inferior a ciertos límites.
Melilla ha renovado las cuatro banderas azules que la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza solicitó para sus playas, en concreto para San Lorenzo, Los Cárabos-Hipódromo, La Hípica y la Ensenada de los Galápagos.