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La Educación se convierte en la protagonista de un encuentro filosófico en la cafetería de la UNED
Esencia del pensamiento crítico para muchos o aburrimiento anticuado para otros, lo cierto es que la filosofía y su adecuación y necesidad en el ámbito académico han estado constantemente en tela de juicio. Más aún en estos días, en los que los medios nacionales comienzan a vaticinar la próxima entrada en vigor de una ley educativa en la que, entre otros cambios, la filosofía perderá presumiblemente horas lectivas y, por consiguiente, protagonismo.
Antonio Molina (Fórum Filosófico de Melilla) habla incluso de “marginación” al referirse al nuevo rol de la asignatura en Secundaria. No resulta extraño, por tanto, que en el Día Mundial de la Filosofía se debata la importancia de esta clase de estudios en el desarrollo formativo de una persona.
Una docena de alumnos
Así pues, la Educación, emplazada en tal contexto, vertebró el encuentro que en la tarde de ayer reunió a cinco profesores y una docena de estudiantes de Bachillerato en la cafetería del centro asociado de la UNED en Melilla. Molina se sorprendió por la notable expectación que la acción despertó entre la comunidad juvenil. “Ha sido motivador ver la cantera de alumnos interesados en la filosofía y en plantearse los problemas de la realidad”, manifestó a la conclusión de lo que él mismo llamó “café filosófico”.
A este respecto, el miembro de Fórum Filosófico señaló que los jóvenes participaron “con pasión e interés” en los debates sugeridos a lo largo de la sesión.
Educación y más
Entre los temas que centraron esas discusiones, se encontraban la bioética o el fundamentalismo. “La gente que pone bombas o corta cuellos ha sido formada bajo la influencia de sistemas dogmáticos”, afirmó Molina como parte de su argumentario para defender la necesidad de la asignatura de Filosofía en el desarrollo del pensamiento crítico. “Hay muchos problemas que necesitan respuesta. Habrá que preguntarse por qué Donald Trump ha ganado las elecciones en Estados Unidos”, sostuvo.