Estos días se encuentra en Melilla un grande del teatro. Se trata de Jorge Eines, el maestro de actores, teórico de la técnica y catedrático en Interpretación. Su presencia en la ciudad se debe a su participación en las actividades del ‘Ciclo de Microteatro’ que organiza la Viceconsejería de Festejos. El prestigioso director de teatro ha estado esta tarde en La Librería (calle General Marina) para presentar su libro ‘Las 25 ventanas’. “El lector encontrará un equilibrio entre lo técnico y lo ético, con alguna que otra invitación a descrubir cosas que le ayuden a creer más y mejor en lo que puede ocurrir durante un ensayo”, adelantó Eines en declaraciones a El Faro.
Según desgranó, en su libro deja claro que no es nada partidario de que un director recurra “al totalitarismo del látigo, de los gritos o las imposiciones”. Por ello, en sus páginas comparte algunas experiencias para que actores y actrices aprendan a no someterse ante este tipo de conductas. “También hablo de cómo descubrir que en los vínculos entre la gente que trabaja y crea se puede conseguir con una fluidez y un adecuado encuentro, que nace de la posibilidad de mejorar la creación de un objeto artístico”, subrayó el maestro de la interpretación.
Eines tiene muy claro qué es lo que necesita un buen actor para serlo. “Su ambición será tener una buena técnica, no firmar autógrafos”, destacó. Según aseguró, en el mundo de la interpretación hay que “trabajarse mucho el narcisismo estúpido”. En palabras del director: “Ser menos idiotas y creer más y mejor en que lo que uno hace mide la calidad de lo profesional”.
En este punto, el autor de ‘Las 25 ventanas’ hizo un inciso para matizar que el profesional no es aquel que gana más dinero, sino el que sabe hacer bien su trabajo. “A veces se gana mucho, poco o nada, pero hay que aprender a diferenciar la definición de lo que es profesional”, recalcó Eines.
Por su parte, el director de teatro insistía en que la persona que quiera dedicarse al mundo de la interpretación deberá formarse para adquirir una buena técnica. “Para ello, hace falta ir al teatro, porque hay que descubrir qué es la técnica”, incidió Eines.
En este sentido, criticó que todavía hay quien piensa que un actor es quien se aprende un texto de memoria y es capaz de recitarlo. “Eso no tiene nada que ver con actuar, sino con la memoria, el desparpajo o el atrevimiento”, comentó. “Para formarse como actor hay que asumir con cierto rigor aspectos que tienen que ver con la autoexigencia y no simplemente con el amor a la literatura”, sostuvo.
Por otro lado, el maestro de actores valoró muy positivamente que cada vez tenga más presencia el formato del microteatro. “Es un nuevo tipo de teatro en el que cual el actor ocupa cada vez un lugar más importante”, destacó. No obstante, Eines subrayó que la propuesta no debe perder ni un ápice de calidad. “Puede haber microteatro bueno, malo, regular, excelente... de todo, pero como siempre en la historia del teatro, tendrá que ver con quiénes sean los actores que sean capaces de sostener la propuesta”, ha explicado el director.
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