Pues la última noticia, anunciada este jueves por la directora general del Ingesa, Isabel Muñoz, es que a finales del mes de octubre estarán en marcha las consultas del nuevo y flamante Hospital Universitario y que en el plazo de un año, esto es, en junio de 2025, las instalaciones estarán funcionando ya a pleno rendimiento.
Esa es la gran noticia no solamente del día, ni probablemente de la semana, ni quizás del mes, sino posiblemente del año, porque se trata de una obra largamente postergada desde que se colocó la primera piedra en 2009, allá por los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno.
Ya ha llovido desde entonces, y lo que queda aún en caso de que se cumplan los plazos marcados por el Ingesa. Sería deseable que así fuera, ya que se acumulan retrasos varios que provocan que los ciudadanos melillenses sigan teniendo que acudir a otros hospitales en la península para ser atendidos.
En principio, eso se acabará, o es lo que se espera, cuando el Hospital Universitario esté funcionando completamente, ya que, según los representantes del Gobierno central, va a contar con la tecnología más puntera que existe.
De cualquier forma, habrá que ver si puede echar a andar como se desea, puesto que, además de las instalaciones, hace falta personal sanitario que atienda las consultas y realice las operaciones, y ya sabemos que los médicos estuvieron durante meses realizando paros como medida de protesta ante la falta de facultativos.
Desde el PP ya se han alzado voces, como la diputada en el Congreso, Sofía Acedo, dudando de que esos profesionales vayan a venir efectivamente a Melilla, porque, según argumenta, el Ejecutivo central no ha aclarado qué medidas va a implementar para conseguirlo. Hay que tener en cuenta que se sigue a la espera del decreto que convierta Melilla en una zona de difícil desempeño, lo que podría aligerar la llegada de los tan demandados especialistas.
Además, en un día de anuncios por parte de los representantes del Ejecutivo central, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, dijo que en noviembre comenzará a funcionar la llamada frontera inteligente, otra demanda de los melillenses desde que se reabrió en mayo de 2022, hace ya más de dos años. Supuestamente ello ayudará a controlar mejor quién entra y quién sale y, especialmente, contribuirá a reducir las largas colas que se suelen formar, especialmente en momentos como este, con la Operación Paso del Estrecho (OPE) recién comenzada.