UGT-Sanidad ha expresado públicamente su satisfacción por el anuncio realizado por el director territorial del Ingesa, Omar Haouari, respecto de los contratos de larga duración para 198 trabajadores del organismo. "Sanidad UGT Melilla, qué duda cabe, ha de trasladar a Ingesa la satisfacción de esas 200 trabajadoras y trabajadores, aunque tengan carácter temporal, y hemos de reconocer que esto es novedoso en la sanidad española"
En ese sentido, el sindicato recuerda los cambios normativos producidos en el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud, en julio de 2022, que imponen serias limitaciones a las contrataciones, en cuanto a la causa y en cuanto a la duración, y con consecuencias a corto-medio plazo en los trabajadores.
Efectivamente, las medidas contra la temporalidad impuestas por Europa, que han modificado el Estatuto Marco "son un arma de doble filo, que limitan a los responsables en sanidad, y, en esta ocasión, ha debido ser complicado, determinar la modalidad de selección permitida por la Ley para esta cobertura provisional".
UGT explica, a ese respecto, que de los, aproximadamente, 200 contratos, Ingesa ha realizado unos 100 contratos bajo la nueva modalidad normativa denominada “ejecución de programas de carácter temporal”, pero, su duración no puede ser superior a tres años, y pueden cesar al trabajador cuando termine el programa, o cuando se alcance este límite fijado en tres años.
Por lo tanto, "desde el Sector de Sanidad de UGT sí que aplaudimos la ambiciosa determinación de Ingesa por apostar por una larga duración de los contratos, y por el gran número de ellos, pero, sin olvidarnos de que hemos de seguir solicitando a Ingesa que ha de seguir en esta línea de avanzar en el empleo, y que estos contratos finalicen a los dos años pactados, como mínimo".
"Desde UGT solicitamos este compromiso a Ingesa, junto a la solicitud, no menos importante, consistente en que, antes de que finalicen todos los contratos, se haya tramitado la creación de todas estas plazas temporales en estructurales, sin limitaciones por la tasa de reposición de efectivos, y sin que las leyes presupuestarias lo neutralicen".
Finalmente los ugetistas reconocen que "no seriamos justos si no reconociéramos que estos contratos van a posibilitar, a estas trabajadoras y trabajadores, conciliar su vida familiar y laboral, y van a descansar, durante un periodo más dilatado de tiempo, del estrés que les supone trabajar mes a mes, o cada tres meses, o estar pendientes de una llamada telefónica para ver si son contratados. Sin duda es un paso adelante"..