El secretario general de UGT FICA (Industria, Contrucción y Agro) Melilla, Abderramán El Fahsi, aseguró a El Faro que 2018 fue un año un poco más positivo para la construcción porque ha habido más generación de empleo en el sector. Pero subrayó que no pueden hacer una buena valoración del pasado año porque hay un colectivo que ve cómo empeoran sus condiciones de trabajo: los transfronterizos. La situación empeora para este grupo de trabajadores de marroquíes que ahora ven su permiso de trabajo ligado a un empresario en concreto y, por lo tanto, “están encadenados como esclavos” a esa empresa.
El Fahsi insistió en que los transfronterizos son los “esclavos del siglo XXI”. Explicó que estos trabajadores tienen un permiso de trabajo que dura un año. Sin embargo, ese permiso se da para trabajar en una empresa concreta y el empleado queda ligado a ese empresario durante esos doce meses.
Si ese trabajador transfronterizo quisiera cambiar de empleo o empresa, tendría que solicitar de nuevo la autorización para trabajar en nuestra ciudad, explicó el secretario general de UGT FICA. Eso provoca que estén “encadenados”. “Es indignante este sistema. La situación la veo más negra que gris”, afirmó.
Reiteró que “se condena” a los trabajadores a no protestar por nada que esté relacionado con el trabajo porque saben que lo pueden perder y dependen de su jefe para seguir trabajando en Melilla. “Están amenazados continuamente”, aseveró El Fahsi.
Más empleo
El secretario general de UGT en nuestra ciudad comentó que este año se ha notado un incremento de las contrataciones en el sector de la construcción. Esto está relacionado con las grandes obras, como la del centro comercial o el Mercadona.
No obstante, las dificultades para encontrar a profesionales y las de contratar a transfronterizos hacer que se incremente el número de personas que trabaja de forma ilegal, es decir, sin estar dado de alta en la Seguridad Social y sin contrato en las obras.
El Fahisi apuntó que de forma personal ha tenido que presentar este año unas ocho denuncias en la Inspección de Trabajo de proyectos en los que había personas sin estar dadas de alta en la Seguridad Social. Afirmó que en algunas sí recibió respuesta de esta institución y de otras reclamaciones, aún está esperando.
En este sentido, el sindicalista argumentó que todas las instituciones, desde agentes sociales a la Inspección de Trabajo y la Delegación del Gobierno, deben luchar unidas para acabar con esta situación, que pone en peligro a los trabajadores, ya que no sólo pueden sufrir un accidente, sino que nadie garantiza que cobren su sueldo.
Subida salarial
Pero no todo ha ido bien en este año en este sentido. Comentó que fue hace unos días cuando se ha podido firmar de forma definitiva la subida salarial para los obreros con la patronal.
El Fahsi explicó que a nivel nacional se aprobó un aumento de las nóminas en el convenio colectivo y no se pudo aplicar en 2017 en Melilla porque no se llegó a ratificar en la ciudad, cuando era de un 1,9%. No obstante, los agentes sociales han logrado que la patronal firme la subida de 2018 de un 1,2%, que sí se reflejará en las nóminas del sector de la construcción en breve. La subida de 2017 se perdió, pero la del año pasado se abonará antes del 28 febrero de este 2019.
Por todo ello, el secretario regional de FICA UGT aseveró que no se puede estar satisfecho del todo con este año para el sector de la construcción. Afirmó que la patronal siempre dice que va a firmar los nuevos acuerdos nacionales y al final, se pasa el tiempo y no se rubrica, aunque antes de las vacaciones de Navidad sí se logró ese acuerdo sobre las nóminas.
Además, El Fahsi invitó a los trabajadores de la construcción a denunciar las situaciones injustas o la retirada de derechos. Comentó que a día de hoy hay trabajadores que llegan al sindicato diciendo que no les quieren pagar las nóminas en sus empresas. Indicó que se trata de un derecho fundamental y que no se pueden callar ante estas situaciones. Remarcó que se tiene que poner en valor el trabajo que realizan estas personas y, si no hay un empresario que lo quiera reconocer, debe denunciarlo, al menos al sindicato para que pueda mediar en ello. Concluyó que las constructoras no se pueden escudar en la crisis toda la vida.
ESPERO QUE NO SE DEMOREN EN VISITAR LAS AUTORIDADES COMPETENTES A ESTOS EXPLOTADORES DEL SIGLO XXI Y APLICARLES LAS LEYES CORRESPONDIENTES.. FUERA LOS ESCLAVISTAS...NO TIENEN CABIDA EN UNA DEMOCRACIA REAL Y VERDADERA...
LA ESCLAVITUD DEL SIGLO XXI EXISTE TODAVIA EN MELILLA SOBRE TODO EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCION Y EN LA DE SUPERMERCADOS DE GRAN RENOMBRE... TRABAJADORES QUE HECHAN MAS HORAS QUE UN RELOJ POR UNA MISERA PAGA... DESPUES VES A ESTOS EMPRESARIOS EN LAS REUNIONES Y A MI PERSONALMENTE ME DAN ASCO.. SON VERDADERAS SANGUIJUELAS Y LO MAS LAMENTABLE ES QUE LAS AUTORIDADES COMPETENTES SON MEDIO COMPLICES DE ESTAS SITUACIONES. SUERTE Y A DENUNCIAR CUALQUIER TROPELIA