Dámaso García pide que haya más efectivos de seguridad por el aumento en el número de residentes del centro.
Dámaso García, responsable del Comité de Empresa de UGT de Clece, compañía que se encarga de la seguridad en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) aseguró ayer en declaraciones a El Faro que no cree que “los vigilantes de tengan que ir armados”, puesto que considera que “el CETI no es un banco”.
Con estas declaraciones, el responsable sindical García se posicionó en contra de la opinión de la asociación Marea Negra, que pidió que los empleados de seguridad del centro vayan armados. “Se han puesto en contacto conmigo en un par de ocasiones, pero no he querido seguir su camino”, indicó García sobre la organización.
“Nuestro trabajo es más social que represivo”, apuntó a este respecto el responsable sindical, que añadió que un arma en el centro comportaría “más riesgos que beneficios” para residentes y trabajadores del CETI.
Aumento de plantilla
Otra de las peticiones que hizo la asociación en defensa de la seguridad privada, Marea Negra, fue que se aumentara la plantilla del Centro de Estancia Temporal, dado que a día de hoy los vigilantes tocan a 170 residentes por cabeza. “Nosotros ya hemos hecho esta petición”, apuntó García, que es necesario que aumente “la capacidad de movimiento de los vigilantes” para que éstos puedan controlar mejor lo que ocurre en el centro. Para García, unos 12 ó 14 empleados por turno serían suficiente, cifra que se enfrenta a los 10 que hay actualmente.
Asimismo, el responsable sindical aseguró que no sólo es importante la seguridad del centro, sino que hace falta “un refuerzo en educadores, médicos, enfermeros, psicólogos y otros trabajadores del CETI”.
Difícil convivencia
Por otra parte, sobre las reyertas que se están produciendo en el centro, García apuntó que éstas se deben a la masificación del CETI y a que los residentes “se desesperan” de tanto aguardar colas. “Si hubiera menos personas habría menos conflictos”, sentencia.