Fue consejero de Medio Ambiente en el último Gobierno el PP y estos días atrás ha fijado la posición de su partido en torno al problema del agua en Melilla. Manuel Ángel Quevedo, arquitecto de profesión, denuncia que todavía no se han iniciado tres de los cinco grandes proyectos que competen a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG): nuevas tuberías generales, la línea eléctrica de la desaladora y la automatización de las redes. Además, también critica al Gobierno por el “abuso” de la figura de la “emergencia” para la adjudicación de obras, servicios y suministros.
-¿Qué está pasando con el tema del agua?
-Entre otros varios aspectos, lo que más está afectando son las averías no previstas que se están produciendo en las obras.
La última, de los filtros de arena, seguramente es la más grave desde que está en uso la planta que, como saben, es proyecto del gobierno Aznar y se inició en 2003.
A esto se suman otros cortes programados, pero no demasiado bien planificados en el tiempo ni compensados con otras medidas, ya que el depósito de seguridad previsto, el pantano de las Adelfas, se mantiene vacío y sin ninguna aportación de agua.
Finalmente hay un gran retraso en la ejecución de las 5 actuaciones de infraestructuras previstas en el convenio que mantiene la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con la Ciudad. Todas ellas tenían que estar terminadas hace meses, las nuevas redes generales que tiene que hacer la CHG, así como en la nueva línea eléctrica de la desaladora y la automatización de las redes que debe hacer la ciudad, esto es, 3 de las 5 actuaciones, no se han comenzado todavía.
-¿Cómo podría solucionarse el problema de las constantes averías?
-Las que más preocupan en este momento son las derivadas de las obras de ampliación de la desaladora, ya que afectan mucho a los ciudadanos, al paralizar la planta y perder la aportación de más de la mitad del agua que consumimos.
Que no se produzcan nuevas averías depende directamente, como en toda obra, y más con implantación de elementos industriales delicados, de que todos los procesos complejos sean realizados por personal experto y controlado por técnicos, tanto de la empresa adjudicataria como de la dirección técnica.
Esto se tiene que hacer con estudios detallados donde se prevean los contratiempos que pueden surgir y se adopten previamente todas las medidas de precaución posibles.
O sea, lo lógico y normal en una actuación de este tipo y con tan gran afección sobre la vida de los melillenses.
-¿Qué ha pasado realmente con el pantano de las adelfas? El consejero de Medio Ambiente culpa a una asociación de haber cegado la entrada de agua.
-La asociación lo habrá solicitado, pero quien ha decidido cerrar las captaciones de agua del rio de Oro y mantener el pantano sin agua es quien lo gestiona, la Confederación Hidrográfica, que depende del Gobierno central, que es quien lo conocía y lo ha permitido. Lo que no sabemos es que el Gobierno melillense realizado ninguna actuación en contra de esa barbaridad.
En el futuro, cuando todo funcione y el pantano se pueda llenar con el agua de los pozos, se podrá plantear no utilizar las aguas subterráneas del rio de Oro, pero en la actualidad no parece en absoluto razonable que se renuncie a esta reserva de agua potable para la población.
-¿Con el cuarto módulo queda realmente garantizado el suministro ininterrumpido de agua de calidad durante las 24 horas del día?
-Sí, cuando esté en total funcionamiento el cuarto módulo y el resto de actuaciones del plan diseñado en la anterior legislatura: renovación de redes principales, línea eléctrica y automatización.
Se producirán entonces 32.000 m3 de la máxima calidad, frente a los 37.000 m3 de media que se consumen actualmente. Luego con una pequeña aportación de los pozos se completarán las máximas necesidades.
Pero nuestro plan es reducir hasta esos 32.000 m3 el consumo. ¿Cómo? reduciendo y arreglando de inmediato las fugas con la automatización de las redes principales, utilizando 4.000 m3 diarios de agua depurada para riegos de zonas verdes y para limpieza y otros usos de agua no potable, así como con una pequeña reducción de consumo por la población mediante campañas de sensibilización.
Con eso tendríamos el 100% de agua de la mayor calidad durante las 24 horas. A la vez descansarían y se recuperarían los pozos y se podría llenar con ellos el pantano como reserva y uso puntual.
Por cierto que no se está usando el agua depurada del tratamiento terciario, pese a las redes y plantas de bombeo que hicimos años atrás y que llegan al parque Hernández, Parque Lobera, campo de golf, etc.
-En una situación como la actual, con cortes importantes por las averías, ¿qué se puede hacer para paliar los cortes de agua?
-Sin el depósito del pantano, muy poco. Los pozos ya se están explotando al máximo de su capacidad. De Trara y Yasinen cada vez llega menos agua, solo testimonial para algunas fuentes. Y las medidas que han inventado de la noche a la mañana, ni son factibles a corto plazo ni razonables.
En la búsqueda de un nuevo pozo, adecuado en cantidad e independiente de los acuíferos ya explotados, llevamos desde 2015 mediante un convenio con la entidad pública más importante de España, el Instituto Geológico y Minero.
Para que sirviera el buque tanque, además de ser algo previsto como solo puntual, la Confederación debería hacer casi nueva la tubería desde el cargadero hasta los depósitos de Cabrerizas.
Y lo de comprar e instalar una pequeña planta desaladora portátil, no dicen dónde la instalarían, con qué emisario submarino, con qué equipos de bombeo hasta los depósitos, con qué coste de adquisición y sobre todo cuándo, si tenemos una desaladora que viene funcionando 15 años y produce 20.000 m3 diarios, …
En fin, no tienen ningún sentido estas propuestas improvisadas.
-¿Qué está pasando con las obras de emergencia?
-Pues que hay un evidente abuso de esta figura, que es para casos absolutamente excepcionales e imprevisibles, como sucedió con el terremoto de 2016.
Pero no son solo obras, también servicios y suministros.
La ley lo primero que indica es que no puede utilizarse esta figura excepcional para solucionar situaciones provocadas por la propia Administración, como viene sucediendo.
Este mismo jueves en el Pleno vimos un claro caso de mal uso, ya que se van a superar los dos años de gestión del centro de menores de Purísima con un contrato de emergencia, adjudicado a dedo, por simple dejación de funciones al respecto del Gobierno local.
-¿Qué requisitos deben darse para declarar una obra de emergencia?
-El primer requisito es que sea algo imposible de prever y el segundo que sea de inaplazable ejecución.
No vale que sea más rápido o más cómodo hacer obras, servicios o suministros sin proyecto o sin expediente. Ni siquiera que sea un tema de reconocida urgencia, si es que era previsible que se produjera esta urgencia.
Además, cuando sucedió el terremoto, la intervención de aquel momento impidió hacer por emergencia cualquier actuación después de un mes, mientras que ahora se han declarado emergencias basándose en temas que se conocían desde hace meses o años.
La mayoría, además, se han demostrado que no eran ni siquiera urgentes, como las urbanizaciones para menores en Santiago, nunca utilizadas, o Purísima, que casi dos años después tampoco está en uso.
Pero además, algo que resulta evidente, es que quien declare la emergencia y acometa las actuaciones sea la administración competente y responsable del tema, no como ha pasado en la protección marítima del Paseo de Horcas, en que la ciudad declara una emergencia y acomete unas obras, que iban a costar 750.000 € y no solo terminan en cuatro veces más, unos 3.000.000 €, sino que además las hace sin tener las competencias ni la responsabilidad al respecto.
-¿Por qué cree que se declaran tantas obras de emergencia?
-Creemos que este gobierno ha encontrado en esta fórmula, que repito es absolutamente excepcional, que casi sin ninguna documentación puede adjudicar actuaciones a quien considere, en muchas ocasiones, sin siquiera precios de referencia.
-¿Cómo calificaría la gestión medioambiental de Melilla en estos años y cuáles habrían sido las medidas del PP?
-Pues se han anunciado muchas cosas, pero no se ha hecho prácticamente nada importante, salvo seguir los proyectos del anterior Gobierno en el Industrial y la zona centro. Aunque a este respecto tengo que indicar que el proyecto de calle Marina no tiene nada que ver con nuestro diseño.
Además, prácticamente se ha renunciado al Foro de la Movilidad, que ya no se convoca y por el que no han pasado ni la Plaza del Rastro ni otros importantes proyectos que afectan a la movilidad y a la accesibilidad.
En nuestro programa llevábamos 121 actuaciones muy concretas y estudiadas para acometerlas con la mayor inmediatez, englobando todas las áreas de la Consejería: zonas verdes, arbolado, residuos, agua, saneamiento, movilidad y espacios públicos, parques, contaminación, biodiversidad, limpieza, industria y energía, etc.
Para nosotros todas ellas eran importantes e intentaremos ponerlas en marcha en cuanto podamos.
-¿Cuáles van a ser los temas estrellas de su partido para las elecciones de 2023 en materia de Medio Ambiente?
-Como no se ha realizado casi ninguna actuación de las 121 actuaciones que le he indicado anteriormente, en estos cuatro años de paréntesis del Gobierno local, seguiremos con la gran mayoría de lo propuesto, una vez actualizado y ampliado.
Pero no hay duda que existen fuertes presiones sobre las que actuar de inmediato. Además del agua potable, la limpieza, el tratamiento cada vez más exigente de los residuos, el arbolado, la disminución del consumo energético o la movilidad sostenible serán temas de gran importancia.