“Usted verá lo que hace con su vida”. Con estas palabras, la juez titular del Juzgado de lo Penal número 2 intentó abrir los ojos a un joven al que acababa de condenar a tres años y un día de prisión por haber sido detenido con más de 20 kilogramos de hachís ocultos en su vehículo en la frontera de Beni Enzar.
Ali B., veinteañero y sin antecedentes, había cometido un delito que según los artículos 368 y 369 del Código Penal podría acarrearle una pena aún mayor, pues se establecen condenas de entre tres y seis años de prisión que varían según la cantidad de la droga aprehendida.
En septiembre de 2015, el joven fue arrestado cuando intentaba entrar a Melilla por la frontera de Beni Enzar con 20,3 kilos de hachís.
Los abogados de la defensa dieron su conformidad a una sentencia de tres años y un día, así como al pago de una multa de 34.516 euros. En caso de declararse insolvente, el condenado deberá hacer frente a un pago por responsabilidad subsidiaria cuya cantidad no fue revelada.
La juez ordenó aparte el decomiso del vehículo y la destrucción de la droga incautada.