El Gobierno local está procediendo a tapiar las cuevas situadas en los acantilados de La Alcazaba, que habitualmente sirven de refugio a los inmigrantes que esperan una oportunidad para subir como polizones a los barcos que zarpan a la península. El Faro ya publicó en mayo de este año que la Policía Local estaba realizando batidas continuas por la zona en busca de menores extranjeros no acompañados (MENAS).
El presidente Juan José Imbroda señaló ayer que en dichas cuevas “se mete gente rara” y que habrá que tapiarlas. “Es una tarea complicada por lo escarpado del terreno. Si hay personas dentro habrá que sacarlas y tapar aquello”, apuntó. Asimismo, indicó que las personas que se refugian en esas cuevas arrojan objetos a los usuarios de la playa.
Escondrijos
En vista de que la presencia policial en Melilla La Vieja es más frecuente que nunca, los MENAS también optan por esconderse en cuevas existentes en el barranco de la playa de La Alcazaba, que se encuentra justo frente al Pueblo.
Este periódico ha podido comprobar cómo en dicha zona hay habitáculos en los que duermen los inmigrantes. Algunos de ellos incluso tienen telas y similares en la entrada para evitar miradas indiscretas. La posición estratégica de estas cuevas hace que sean muy difíciles de localizar, a no ser que se observe directamente el barranco desde la playa de La Alcazaba.
En pocos días la entrada de las cuevas estarán completamente tapadas, evitando así el acceso de personas a su interior, según afirmó el presidente Imbroda.