Jaime Urrutia estará esta noche en la plaza de Armas participando en el ciclo de conciertos de ‘Música a la Luna’. El intérprete vuelve a Melilla una vez más y son varias las veces que ha viajado ciudad autónoma. La primera, allá por 1988, con Gabinete Caligari, trayendo el ritmo de la ‘movida madrileña’ a esta tierra. La última, hace algo más de un año, cuando ofreció un concierto en la UNED del que tiene un buen recuerdo por la entrega del público melillense.
Urrutia llega hoy a la ciudad acompañado de su guitarra, un teclista y un guitarrista para ofrecer un concierto acústico en el que no faltarán temas de su carrera en solitario y, por supuesto, las letras más conocidas de Gabinete Caligari. “Me gusta no engañar a la gente, quien va a un concierto de Jaime Urrutia quiere escuchar canciones como ‘Cuatro Rosas’ y no defraudo”, señaló.
El músico, en declaraciones a El Faro de Melilla, afirmó ayer que los recitales íntimos, como el que será esta noche, son diferentes a los multitudinarios, “más gamberros”. “Me gusta de las dos formas”, afirmó. Pese a ser el mismo repertorio, se da una vuelta de tuerca a las melodías, algo que agrada al intérprete y le permite encontrar esa conexión especial con el público, que crea un ambiente único.
La luna de Melilla será testigo esta noche del Urrutia más natural, buscando la magia y creando desde su guitarra los acordes de canciones como ‘Camino Soria’ o ‘El calor del amor en un bar’. “Lo importante es que haya conexión. Si es así, la gente se divierte y se crea lo bonito del concierto”, sostuvo.
Además, Urrutia mostró su satisfacción por eventos como Música a la Luna, gratuitos y abiertos a toda la ciudadanía. “Ojalá hubiera muchas más iniciativas así en el país, a los músicos nos da trabajo y la gente se lo pasa bien”, manifestó.
El líder de Gabinete Caligari recuerda el éxito de la banda a finales de los años 80 y analiza las variaciones, tanto en la escena musical como en la sociedad, que se han producido desde esas fechas. “Me alegro de haber vivido todos esos años de cambio”, declaró Urrutia, quien recalcó que al final, lo que queda es la buena música, hecha con emoción.
La inspiración
El intérprete considera que a la hora de componer, inspira más la tristeza que la alegría. Según Urrutia, el 90% de sus canciones hablan de amor y de relaciones personales y cree que según el estado de ánimo, el resultado de las letras son más o menos profundas. Sin embargo, encontrar a las musas no siempre es fácil. El intérprete se encuentra en un reto continuo, pero bello, el de seguir contando historias pese al paso del tiempo. “Es difícil sentarse a escribir una canción y decir: ¿Ahora de qué hablo? Con los años me pasa más”, dijo Urrutia.
Malos tiempos
Urrutia lleva sobre sus espaldas una dilatada carrera y ha sido testigo de los cambios que se han producido en la escena musical. “Son malos tiempos para la música, a nivel de negocio, pero las buenas canciones son eternas”, afirmó.
Tras vivir los momentos álgidos de la música en directo en los años 80, con infinidad de salas abiertas para tocar, el compositor cree que en la actualidad es “bastante difícil” que salga una actuación. O que los nuevos discos, en los que emplea gran cantidad de tiempo y esfuerzo, no tengan la difusión que cree que deberían. “Da rabia estar trabajando dos años en un disco y que no te lo pongan en ningún sitio, que no haya respuesta”, manifestó.
¿Qué desearía Urrutia en un futuro? El intérprete lo tiene claro: “No me importaría ser número uno de todas las listas, vender muchos discos pero seguir haciendo lo que me gusta, en mi línea, controlando yo todo sin tener que venderme a ninguna moda”.
El artista sigue luchando por que sus canciones lleguen, que el público las disfrute y seguir creando con ellos una conexión plena en los recitales. Esta noche, a las 22:00 horas, la luna del Pueblo será testigo de las melodías más nuevas de Urrutia y de las clásicas de Gabinete Caligari, una banda sonora de excepción para las cálidas noches del verano melillense.