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Las últimas lluvias han provocado nuevas goteras e inundaciones en Minas del Rif
El título de este artículo puede aplicarse a distintas situaciones, pero la que nos ocupa es, sin duda, una de las que requieren actuar con la mayor celeridad. Las goteras en Minas del Rif ya no pueden calificarse solamente como un problema, sino como una auténtica situación límite que requiere empezar ya con las reparaciones que permitan a quienes habitan ese edificio tener una vida digna.
Las últimas lluvias han provocado nuevas goteras en partes del inmueble que no estaban afectadas por estas filtraciones. Así lo informó ayer a El Faro el presidente de la Asociación de Vecinos de Minas del Rif.
El agua que se filtra por los techos y paredes del edificio ha inundado pisos enteros y en algunas zonas ha creado auténticas cataratas en mitad del pasillo.
Incluso por las ventanas entra agua, pero ojalá fuera sólo eso: las filtraciones son tales que partes que no estaban afectadas han quedado tras las lluvias recientes prácticamente inundadas. La situación empieza a ser desesperante. O quizá ya lo era antes de las últimas inclemencias meteorológicas. Por ello, hay que arrancar las obras cuanto antes.
El terremoto que sacudió Melilla en enero del año causó daños en Minas del Rif. Cuando llegaron las primeras precipitaciones después del seísmo, se observó que el agua se filtraba. El problema está yendo a más y, de no actuarse con prontitud, los desperfectos podrían ser irreparables.
Los trámites administrativos para arreglar los techos del edificio se están retrasando más de lo esperado. Si no se aceleran las actuaciones, los vecinos de las viviendas afectadas temen que se les acabe derrumbando el techo encima de sus cabezas.
Sin ayudas públicas, estas personas no pueden afrontar los gastos de reparación. Por ello, es necesario que reciban apoyo.