La secretaria general de CCOO, Caridad Navarro, confía en que ambas partes lleguen a un acuerdo. De no ser así, junto con UGT, volverán a solicitar la mediación del presidente local.
Las vacaciones y la celebración de la Feria de Melilla ha dejado en ‘stand by’ las negociaciones entre sindicatos y patronal sobre el reparto de las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social. Por ello, la secretaria general de Comisiones Obreras (CCOO), Caridad Navarro, afirmó ayer, en declaraciones a El Faro, que confía en acordar una nueva reunión con la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) la semana que viene. Navarro expresó su deseo de que el acuerdo con la patronal se produzca sin la intervención de la Ciudad Autónoma, pero si en esa nueva cita, que ya se pospone para después de las fiestas patronales, no se acercan posturas “tendremos que volver a pedir al presidente Imbroda que intervenga”. No es éste, insistió la responsable sindical, el deseo de UGT y CCOO, pues defienden que el acuerdo debe consensuarse entre los actores participantes sin la intervención de terceros. Pero visto el tono que tomó la negociación el mes pasado, los sindicatos no descartan volver a pedir a Imbroda que medie en el asunto, para llegar a un acuerdo y firmar el reparto de las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social. Según pudo saber El Faro de fuentes sindicales, ya se contactó con el mandatario autonómico la pasada semana y están a la espera de una respuesta. A finales del mes de junio, la CEME entregó a los sindicatos el documento del acuerdo alcanzado el 5 de mayo, pero pronto surgieron nuevas desavenencias entre ambas partes por la inclusión de una cláusula con la que UGT y CCOO no están de acuerdo. Esa cláusula pone un tope del 33% al plus de la bonificación, de tal manera, que el reparto resultante de las cuotas patronales para el trabajador no puede exceder de este tope en relación al Salario Base. En su momento, los sindicatos se vieron “sorprendidos” por esta cláusula, que sí contempla el acuerdo alcanzado en la ciudad vecina de Ceuta, pero que durante las negociaciones previas no se había comentado “en ningún momento”. Esta “jugada en el último minuto”, como la calificaron los sindicatos, es algo comprensible para la Patronal que sostiene que este punto debe incluirse en el acuerdo. Para la CEME, el rumbo que ha vuelto a tomar las conversaciones con los agentes sindicales también le ha pillado por “sorpresa”, puesto que “ya estábamos a punto de firmar el acuerdo”. Como también le ha sorprendido a su secretario, Jerónimo Pérez, la posibilidad de que los agentes sindicales vuelvan a pedir la intervención del presidente Imbroda en este asunto. Mientras que UGT y CCOO se plantean acudir al mandatario melillense, que ya intervino en el mes de abril para que ambas partes acercaran posturas y llegaran a un acuerdo, la CEME considera “razonable” que entre ellos vuelvan a reunirse antes de dar este paso. “Creo que lo primero que tenemos que hacer es volver a reunirnos para ver luego qué decisión tomar al respecto”, argumentó Pérez, en declaraciones a este diario. Sin embargo, desde los últimos encuentros entre sindicatos y patronal durante el mes de agosto no se ha fijado una nueva fecha para una reunión. En principio, los agentes sociales sostuvieron que el documento del acuerdo para el reparto de las cuotas patronales se ajustaba “a lo pactado” en el mes de mayo, pero la inclusión del tope del 33% dio un giro de 180 grados al asunto. Las reuniones posteriores para debatir este punto han venido retrasando la firma del acuerdo, que, según pretendían ambas partes, se diera antes del 1 de agosto, fecha en la que la Patronal se había comprometido a comenzar ese reparto. De hecho y a pesar de las desavenencias con los sindicatos, el secretario de la CEME aseguró que la palabra de su presidenta, Margarita López Almendáriz, seguía en pie y que el reparto sería efectivo a partir de agosto, se firmara o no el acuerdo. Sin embargo, los sindicatos insisten en la necesidad e importancia de realizar este trámite para que el reparto tenga un carácter de obligatoriedad para los empresarios melillenses. Así pues, las negociaciones están nuevamente en un punto muerto en el que, posiblemente esta semana, pueda vislumbrarse una salida si, nuevamente, resulta necesaria la intervención del presidente de la Ciudad Autónoma.
Marín confía en un acuerdo entre sindicatos y la patronal
El vicepresidente primero del Gobierno de Melilla, Miguel Marín, expresó ayer su deseo de que se produzca un acuerdo entre empresarios y trabajadores para el reparto de la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social. En declaraciones a los periodistas, Marín aludió a que la voluntad del Ejecutivo melillense es que dicha bonificación, que se amplió al 43% este año –y que llegará al 50% en el 2014– se distribuya, de manera que el trabajador también se beneficie de la misma. En este sentido, el número dos del Ejecutivo local recordó que desde un primer momento el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, medió entre las dos partes, reuniéndose con la presidenta de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Margarita López Almendáriz, y los líderes de UGT y CCOO, Alonso Díaz y Caridad Navarro, respectivamente, quienes acercaron posturas, pero que nuevamente se han distanciado. Marín manifestó que se va a seguir ayudando a que ese acuerdo se produzca, aunque aseveró que "lo mejor" es que el acuerdo se dé por entendimiento entre la parte social y los empresarios, sin necesidad de buscar mediación. No obstante, apuntó que, si es necesario que la Ciudad Autónoma intervenga, se hará.