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Melilla vivió ayer una multitudinaria manifestación en recuerdo a Carlos Huelin, el hombre que falleció atropellado por un conductor ebrio hace hoy justo una semana cuando pedaleaba con su bicicleta por la calle Méjico, en el barrio de Cabrerizas.
La marcha partió de la explanada de Suboficiales y recorrió todo el Paseo Marítimo hasta alcanzar la Plaza de España, donde se leyó un manifiesto por parte de las federaciones de Ciclismo y Triatlón, en el que, aparte de honrar la memoria de Huelin, se reclamó a los poderes públicos una reforma legal que castigue con mayor severidad a quienes provoquen por imprudencia temeraria la muerte de un ser humano.
Se calcula que unas 3.000 personas de todas las edades participaron en la marcha de ayer. Fue un bello recuerdo a un hombre de 38 años, marido y padre, que, lamentablemente, ya no se encuentra físicamente entre nosotros, aunque siempre permanecerá en nuestra memoria.
Entre los manifestantes, hubo unos 350 que completaron el recorrido desde Suboficiales hasta la Plaza de España en bicicleta, una hermosa manera de homenajear al deportista desaparecido.
La marcha discurrió en silencio, sin gritos ni consignas, y únicamente con una pancarta en recuerdo a Carlos Huelin.
A la concentración no faltaron representantes políticos. Fue el caso del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda; el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo; la viceconsejera de Juventud y Mujer, Isabel Moreno; la presidenta de la Gestora del PSOE, Gloria Rojas, y el coordinador de C’s, Eduardo de Castro, entre otros.
Como ya se ha apuntado, los organizadores de la marcha abogaron por una reforma del Código Penal que aplique mayores castigos a quienes por imprudencia grave causen la muerte de otro. Pero no fue la única reclamación que efectuaron en la lectura del manifiesto. También reiteraron una de sus principales reivindicaciones: dotar a la vía pública de infraestructuras que garanticen la seguridad de los ciclistas.
En memoria de Carlos Huelin, es necesario escucharlos.