La cantautora albaceteña Rozalén estará este sábado en la plaza de Estopiñán para participar en el ciclo de conciertos de Música a la Luna. Su inconfundible voz, sus letras cargadas de amor y vivencias y los acordes de su guitarra pondrán banda sonora a las calles del Pueblo. El Faro de Melilla tuvo ayer la oportunidad de hablar con la artista, hacer un repaso a su pasado y mirar hacia el futuro.
– La primera pregunta es casi de rigor. ¿Ha estado alguna vez en Melilla?
–Estuve participando en el concurso de cantautores hace dos o tres años y me quedé la quinta. Pero flipé porque como es en Navidad, nos fuimos tres días para allá y me dio tiempo a disfrutar mucho de la ciudad y de la gente. Así que tengo muchas ganas de volver.
– ¿Qué siente entonces al volver a Melilla ya como una artista que forma parte de un cartel y no como la participante de aquel concurso?
–Es el progreso que he tenido en estos años. Estoy súper contenta, estuve una temporada presentándome a concursos, porque si ganabas algo te echaban un ‘cablazo’. Ahora que me llamen para esto, pues estoy súper contenta.
– ¿Qué va a encontrar el público melillense este sábado?
–Vamos en un formato acústico. También viene Beatriz, la intérprete de lengua de signos. Entonces, va a ser un concierto íntimo, bilingüe y además vamos a hacer un híbrido porque estamos a punto de sacar el segundo disco. Vamos a cantar canciones de ‘Con derecho a’, del primer disco y también adelantar algunas de las que vienen. Yo creo que va a estar graciosa la cosa, con un mix chulo.
– Ya que conoces de la ocasión anterior al público de Melilla, ¿qué esperas de él?
–Espero encontrarme lo que me suelo encontrar casi siempre, que es que la gente disfrute y que se vaya con una sensación bonita, con buen sabor de boca. Que pasen un rato agradable y entretenido, que para eso estamos.
– Música a la Luna es un ciclo de conciertos impulsado por la Administración local. Son gratuitos y se hacen en los lugares más emblemáticos de la ciudad. ¿Qué te parece que se organicen este tipo de iniciativas?
–Lo de que las cosas sean gratuitas, es verdad que en España ha hecho quizás un poco de daño, porque luego la gente cuando ha tenido que pagar una entrada, como que no valora las cosas. Pero a la vez, es súper positivo, porque le das la posibilidad a la gente que no se lo puede permitir de que venga a verte. La cultura debería ser para todos. Encima, así, te conoce mucha más gente, porque los que compran una entrada normalmente conocen lo que haces y les gusta. Pero así, se puede acercar a ver qué le parece y si le gusta, a lo mejor enganchamos. Así que está bien hacerlo. Ni una cosa ni otra, de vez en cuando, porque es apostar por la cultura. Y ahora que las instituciones no apuestan, te llevas mucha alegría cuando lo hacen.
– ¿Prefiere los conciertos multitudinarios o lo contrario, los recitales más íntimos?
–Estoy acostumbrada a tocar para muy poquitas personas, tampoco voy a decir que cuando hay tanta gente no te da gusto, por supuesto que sí. Lo chulo es combinar, porque cuando canto con toda la banda y ante mucha gente me lo paso muy bien, bailo mucho… Pero cuando estoy en una sala, sentadita en un taburete y miro a los ojos de la gente, también te llevas otras cosas. No sé con qué quedarme.
– ¿Qué nos puedes adelantar de tu segundo disco?
–Va a salir el 11 de septiembre y hay un pasito más en cuanto a las letras, por ejemplo. Ahora soy un poco más mayor y creo que he madurado un poquito, he leído más. Los estilos musicales, aunque en el anterior disco eran cada uno de su padre y de su madre, aún estamos más radicales, me voy a estilos que no había tocado. Es un cajón de sastre. Hay canciones muy arriba y otras que son más intensas. Hay más crítica social y más ironía. Espero que a la gente le llegue y que se dé cuenta de todo el trabajo que hay detrás. Hay de todo, desde una canción muy cabaretera, baladas más rockeras, un bolero, ska, cumbia, rumba argentina… Cada canción es diferente, también hay partes más flamencas. Como mínimo, una canción del disco te tiene que gustar, porque hay de todo.
– ¿Cómo estás viviendo la explosión de las redes sociales y de sitios webs como Youtube? En la actualidad, muchos artistas se dan a conocer por estos medios, que pueden ayudar a llevar la música más lejos.
–Es algo muy nuevo y a mí me ha pasado todo esto a la vez de toda la explosión de Twitter, Instagram, Facebook… Como todo, hay cosas buenas y malas. Lo bueno, que es con lo que me intento quedar, es que es una herramienta brutal para expandir lo que quieras, una manera de hacer publicidad gratuita, te lo tienes que currar mucho porque todo el mundo lo hace. A la vez todo el mundo te puede criticar gratuitamente, pero hay que quedarse con lo bueno. Por ejemplo, la gente que nos escribe desde Latinoamérica es gracias a Youtube y redes sociales, si no, sería mucho más complicado hacer llegar la música.
– ¿A qué le canta Rozalén?
–Le canto a muchas cosas. Evidentemente, le canto al amor. En el primer disco hay algunas canciones de amor, en el segundo habrá un poco menos, pero es que el amor está en todas las cosas. Le canto a las personas especiales, a lo que nos pasa en la vida cada día. Si uno sabe mirar con ojos de belleza, puede ver inspiración en cualquier cosa. Intento ser un poquito original en lo que escribo y en lo que compongo.
– La canción de autor, durante muchos años, ha tenido nombre y voz, en su mayoría, de hombres. Sin embargo, en los últimos años, las mujeres cantautoras están cogiendo fuerza y cada vez más popularidad. Se me vienen a la cabeza nombres como el suyo, Carmen Boza o Vicky Gastelo. ¿Cree que vive un buen momento la canción de autor femenina?
–Venimos una generación bastante fuerte de mujeres, que aunque no es mi caso, tocan muy bien la guitarra, que musicalmente son muy buenas, que cantan muy bien, que son críticas… Creo que hay un empoderamiento que se nota, hay mucho que hacer, muchísimo. Las mujeres aún tenemos el lastre de la imagen, ahora si no somos muy espectaculares es raro que aparezcamos en los medios. Pero a la vez, las mujeres de atrás hicieron mucho por nosotras y esto va siendo progresivo.
– ¿Cree que la crítica social es necesaria hoy en día en la canción de autor?
–Es necesaria, hay mucha gente que no la utiliza y que también hace bien, que cada uno haga lo que quiera. Es evidente que estamos viviendo un momento de cambio social y político súper bestia y en mi caso, me estoy poniendo muchos deberes con eso porque me parece lo justo y lo coherente. Poco a poco, ya que es tan complicado ser coherente en la vida, al menos que lo que digamos diga cosas, ya todo lo demás está en lo superficial.
– Por último, si tuviera que pedir un deseo para el concierto del sábado, ¿cuál sería?
–Me gustaría moverle algo a alguien, con eso ya valdría la pena. Por supuesto, que fuera una bonita noche para mí también, por qué no. Y que se acabara muy tarde.