Ayer se celebró el día de los Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional. Con motivo de esta conmemoración, el Teatro Kursaal acogió un acto en el que fueron condecorados agentes de este Cuerpo, así como de entidades que colaboran estrechamente con el mismo.
Los mensajes que se envían en este tipo de ceremonias siempre tienen calado. Así lo demuestra, por ejemplo, el discurso del Jefe Superior de la Policía Nacional en Melilla, José Ángel González, quien aseguró que “no habrá ningún barrio ni espacio en la ciudad que no cuente con protección policial”.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, se expresó en una línea similar y subrayó que los responsables de seguridad ciudadana no están “ni pasivos ni relajados” en estas cuestiones.
En un día como el de ayer era inevitable hacer alusión al ataque sufrido por dos policías nacionales el pasado día 25 en La Cañada, un incidente en el que fue apedreado el vehículo en el que patrullaban. Aparte, los agresores sustrajeron del armero del coche una escopeta que todavía no ha sido encontrada, pese a las redadas practicadas por el Cuerpo la semana pasada en el barrio.
El jefe superior de la Policía Nacional proclamó que “este tipo de actos no quedarán impunes” y que “más pronto que tarde todos los autores de esos sucesos vandálicos serán puestos a disposición judicial”. Por su parte, el delegado del Gobierno subrayó que es necesario trabajar para que los vecinos de La Cañada estén protegidos de quienes cometen actos de violencia y lanzó un mensaje a los autores del atentado contra los dos agentes de Policía: “Que no crean que los altercados pueden salir gratis”.
El Barkani advirtió que La Cañada no va a convertirse en una zona al margen de la ley. Sin embargo, para ello es necesario contar con los medios necesarios, lo que tiene que implicar contar con los efectivos policiales suficientes. Y el delegado tiene que saber mejor que nadie si el Cuerpo dispone de los suficientes.