“La trata con fines de explotación sexual constituye una de las prácticas más crueles de la vulneración y violación de los derechos humanos y una de las manifestaciones más denigrantes que atentan directamente contra la libertad, la integridad, la dignidad y la seguridad de millones de personas en todo el mundo”.
La Jefa de la Unidad Contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno de Melilla, Laura Segura, ha participado esta tarde en la inauguración de las Jornadas ‘Hablemos de Trata de Personas’ organizadas por la ONG ACCEM-Melilla, que se están llevando a cabo en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la UGR en el Campus de Melilla.
“La trata convierte a las personas en una simple mercancía”, ha señalado Segura, que ha recordado que, según las Naciones Unidas, la explotación sexual ha aumentado durante la pandemia de la Covid-19, como consecuencias de las restricciones y de la crisis económica que ha conllevado, lo cual ha tenido un efecto devastador en las víctimas de trata, la mayoría de ellas mujeres.
“La trata de mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual es una manifestación más de la desigualdad entre mujeres y hombres, pero, además, hablamos de un delito regulado que es totalmente incompatible con la propia democracia al suponer una violación de los derechos humanos y de la dignidad de las propias mujeres”, ha recalcado.
Es más, tal y como ha relatado, Naciones Unidas calcula que más de 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de trata, y que la pandemia se ha traducido en mayor violencia y abusos contra las víctimas, y con los confinamientos, su situación era menos visible.
Por ello, ha insistido en que hay que seguir trabajando para que la legislación, “no solo establezca el conjunto de medidas de prevención, atención y protección de las víctimas, sino que recoja los mecanismos necesarios de cooperación e intervención en el ámbito internacional para luchar contra las mafias y las redes de tráfico de seres humanos, y que permitan una actuación más unificada y disuasoria, tal y como recoge la propia Comisión Europea”.
Visualización y sensibilización
En su intervención, Segura ha señalado que, cuando hablamos de trata, “hablamos de una forma de esclavitud, y una las prácticas más crueles de vulneración y violación de los Derechos Humanos que existe en el siglo XXI”.
Por ello, ha agregado, “son tan importantes jornadas como éstas, para su visualización y para la sensibilización de la sociedad ante este fenómeno”.
Ahondando en esta cuestión, Segura ha señalado que la trata es un delito regulado y, por tanto, punible en multitud de legislaciones nacionales, europeas e internacionales y que se refiere a la captación de personas a través de engaño, coacción o violencia con el fin de lucrarse económicamente de una actividad que la víctima no realiza voluntariamente.
La explotación, ha explicado, incluye, como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares, servidumbre y extracción de órganos.
Además, Laura Segura ha recordado que la mayor parte de la trata los es con fines de explotación sexual y siendo la gran mayoría de las víctimas mujeres y niñas.
Instituciones y organizaciones
Tal y como ha explicado la responsable de ACCEM-Melilla, María del Águila Lara, las jornadas de hoy cuentan con dos bloques. En el primero, con representantes de las instituciones, intervienen la Consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño; la Fiscal Jefa de la Fiscalía de Área de Melilla, Laura Santa Pau; el Jefe de Área de Delitos Contra las Personas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, Salvador Vargas; el Jefe de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación de la Policía Nacional, Antonio José Alonso; la trabajadora social del Área Social del CETI, Araceli Fontcuberta; y la propia Laura Segura.
En el segundo bloque, protagonizado por organizaciones no gubernamentales, intervienen Anna Sol de ACNUR, Marta Llonch de CEAR, Silvia Madejón de Médicos del Mundo, Yanina de Lorenzo de Fiet Gratia y Rafael Calatrava de AMLEGA.