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El técnico del CF Rusadir B agradece la confianza que el club depositó en él y muestra su satisfacción por la progresión de sus jugadores y con el compromiso que han demostrado con el equipo este año
El CF Rusadir B jugará la próxima temporada en la competición local tras haber competido dignamente en la Liga Nacional de Juveniles. Uno de los objetivos del filial estudiantil era el de lograr la permanencia por méritos deportivos además de seguir formando a jugadores para el primer equipo del club rojinegro que participó en la División de Honor, máxima categoría de juveniles, pero el descenso de éste acarreaba el descenso del filial y eso influyó de alguna manera en el ánimo del equipo que ha dirigido Abdelkarim Mohamed Bouzzati “Boa” junto a Yunes Domínguez y que tan buen sabor de boca han dejado entre todos los rivales a los cuales se han enfrentado en este grupo XIII de la Liga Nacional de Juveniles, en cada una de las jornadas que se han disputado esta recién terminada temporada liguera.
El técnico melillense analizó para El Faro lo que ha sido la temporada tanto a nivel colectivo como personal, además de agradecer a la entidad rojinegra la confianza que depositó en él para formar parte del proyecto colegial, y dejó la puerta abierta de cara a seguir colaborando con la misma.
Para Boa el balance de la temporada ha sido el esperado. “Valoro mucho el esfuerzo de los jugadores. Podría decir que la temporada ha sido larga, irregular, complicada, y con algunos altibajos, pero los chicos han sabido afrontarlo con valentía”, significó el entrenador del cuadro colegial.
“Aunque los resultados no hayan sido los esperados, creo que no debemos quedarnos con eso, porque el objetivo era la permanencia, y, lo más importante, como dije en su día, la formación de los jugadores que se encuentra en su fase de explotación. La realidad es que con los errores defensivos y con la falta de concentración en algunos partidos nos hicieron perder puntos de manera merecida, pero si el año que viene salen bien las cosas nadie se acordará si jugamos con tres delanteros, con cinco defensas o si dejamos escapar puntos en casa. Lo que está claro que en fútbol los jugadores no son máquinas y también tenemos delante a otros que intentan mejorar lo que uno hace”, añadió.
“Esta temporada nos ha venido bien para aprender de los errores y reflexionar sobre los objetivos que queremos. La peor racha la tuvimos después de los Campeonatos de España de Selecciones Autonómicas, porque la fuerza del grueso del equipo comenzó a escasear, y la igualdad en la categoría no dio lugar a ningún rival fácil. Cometimos el error de perdonar en casa y eso se traduce en la escasez de puntos sumados”, apuntó Boa, quien reconoce que en el tramo inicial del campeonato el equipo no estuvo a la altura esperada para no dejar escapar puntos vitales de cara a no quedar descolgados de la zona media alta de la clasificación general del grupo XIII la Liga Nacional de Juveniles de fútbol.
“En el aspecto deportivo contábamos con una plantilla corta, pero decidí afrontar el reto de la competición. Los chavales compitieron a un nivel alto, lástima que a veces los resultados no acompañaran y que el factor suerte minimizara el resultado y el juego en algunos partidos”, aseguró el técnico estudiantil además de indicar que los entrenamientos se desarrollaban con normalidad. “Eran entrenamientos dinámicos con más ritmo, incluso los días adversos con lluvia y viento los chicos daban su mejor versión. Teníamos jugadores de primer y de último año, por lo que las sesiones debían estar preparadas con esmero”, apuntó.
En cuanto a los pros y contras de la competición, Boa pone especial énfasis en la planificación de los viajes. “Los desplazamientos a la península en barco desgastan muchísimo. Los horarios son limitados y los jugadores descansan muy poco para afrontar con garantía los encuentros. Buscábamos alternativas para los desplazamientos, pero el presupuesto no lo permitía”, declaró.
Volviendo al tema de los objetivos iniciales, el preparador del conjunto colegial tiene claro que era la permanencia, pero a su juicio más importante aún era la formación de los jugadores “tanto en lo personal como en lo deportivo”. La aportación de jugadores al primer equipo es otra de las misivas que da sentido a tener un equipo filial, a pesar de que a veces este puede quedar debilitado en exceso. “La aportación de jugadores al prime equipo a veces se veía reflejado en el terreno de juego. El desgaste de estos jugadores contribuía de manera negativa en el rendimiento del equipo, y nos obligó a tirar de cantera. Tuve que hacer debutar a cinco futbolistas de categoría Cadete, que han demostrado tener un gran potencial”, aseguró el entrenador del filial rojinegro.