En la tarde-noche del viernes, 27 de diciembre, se celebró la misa en honor de San Juan Evangelista, patrón de los jóvenes cofrades, a las 20:00 en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Fue oficiada por el vicario episcopal don Eduardo Resa, quien recalcó la importancia de los jóvenes en las cofradías por su gran labor y dedicación dentro y fuera de las efemérides importantes. Les recordó que deben “volar alto”, como el águila con el que está representado el Patrón.
Participaron en la Eucaristía los jóvenes de las diferentes cofradías allí congregadas. Estuvieron presentes representantes de los grupos jóvenes de la Real Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores; la Venerable Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor; Cofradía de Nuestro Padres Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío; la Venerable y muy Piadosa Cofradía de la Soledad y Cristo de la Paz; Cofradía de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad, como cofradías de pasión. En cuanto a gloria, pudimos ver al grupo joven de la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria y la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas.
Además, contó con la presencia de Gregorio Castillo, presidente de la Agrupación de Cofradías, y de varios hermanos mayores, los jóvenes de nuestra ciudad tuvieron su día grande como cofrades. El Vicario Episcopal les animó a seguir viviendo su fe día a día.
Año Jubilar
Este domingo 29, coincidiendo con la solemnidad de la Sagrada Familia, tendrá lugar a las 12:00 horas el acto de apertura del Sagrado Corazón de Jesús como templo de peregrinación dentro del Año Jubilar ya inaugurado por el Santo Padre.
Esta celebración religiosa tiene su eje central en el arrepentimiento y el perdón de los pecados, las obras de caridad y misericordia, la peregrinación al templo, la confesión sacramental, la comunión eucarística y rezar por las intenciones del Papa para ganar las indulgencias.
En la confesión se perdona la culpa del pecado, la ofensa a Dios y la indulgencia plenaria supone el perdón de la pena temporal del pecado, que puede ser sanada en esta vida o en el purgatorio.
El vicario episcopal de Melilla invita a todos los cristianos a vivir y celebrar este Jubileo del año del Señor 2025 y ser "peregrinos de esperanza".