El Club Voleibol Melilla, todavía con la resaca de la mejor de sus temporadas, no descansa y ya comienza a preparar una plantilla a la altura de los retos que se presentan. Dos logros históricos, uno en el equipo masculino de Superliga, con el que se enfrenta por primera vez en su trayectoria en competición europea y por otro el equipo femenino que ha ascendido a la categoría de plata del voleibol nacional y que supone una semiprofesionalización de las gladiadoras.
El club melillense, que quiere seguir siendo un referente en cuanto a competiciones nacionales se refiere, ha comenzado a formar equipo desde su base, poniendo lo pilares de lo que pretenden sea una estructura acorde a los nuevos acontecimientos. Para empezar con el pilar maestro, el presidente Abdelilak Mohamed ha renovado al artífice de sendos logros, el entrenador por excelencia y personaje imprescindible en las pistas deportivas Salim Abdelkader. Abdelkader se ha convertido en una figura que no necesita presentación, su nombre es conocido en la ciudad autónoma y fuera de nuestras fronteras y es la piedra angular del proyecto deportivo.
Con un amplio catálogo de premios y reconocimientos, tiene el honroso prestigio de ser el campeón de la Copa del Rey de voleibol. Sin embargo y muy a pesar suyo, el hecho de que el equipo de Superliga “Melilla Sport Capital” dispute dos competiciones, la nacional y la europea, hace que las exigencias ahoguen el tiempo libre del técnico y limiten sus posibilidades de dividirse al igual que hizo en la pasada temporada y pueda dedicarse al equipo femenino. Por este motivo, y atendiendo a la alta demanda que supondrá el cambio de categoría de las féminas, el club ha decido delegar las funciones para dirigir el equipo en el internacional Mariano Riganti. Este apellido no pasa desapercibido entre los aficionados de este deporte y con toda la razón. Riganti es hermano del colocador del equipo Juan Martín Riganti. El técnico, de origen argentino y afincado en Buenos Aires, cuenta con una trayectoria profesional de excepción tanto como jugador como dirigiendo equipos.
En su trayectoria deportiva como jugador cuenta con grandes experiencias, comenzando por ser un jugador destacado desde una edad precoz, ha sido convocado con las selecciones de su país en categoría juvenil y sub 23. Como jugador destacar su participación en la Liga Nacional Argentina A2 de la mano de los equipos Alianza Jesús María y Atletico Echagüe de Paraná. Y como colofón su paso por la A1, máxima categoría de una de las mejores ligas del mundo, en los equipos Boca Juniors y Lomas Voley. De su experiencia como entrenador, destacar su participación en: Categorías inferiores del Club Atletico Banfield desde 2017 a 2019 con las que consiguió el ascenso desde la categoría C a la B en el año 2019. Con el mismo club, en categoría de mayores en primera división en 2019. En las temporadas 2020-2021-2022 pasó al Club Atlético Lanus con las categorías inferiores y con categorías adultas en segunda división en la temporada 2020/21, estas últimas con las que consiguió el ascenso a Primera División y con las que se mantuvo durante la pasada campaña.
Del mismo modo, el entrenador supondrá uno de los puntos de apoyo de Salim Abdelkader, ya que también colaborará en el trabajo del equipo de Superliga, suponiendo un toque de calidad en los entrenamientos. Por su parte, Abdelkader, aunque desde una posición menos comprometida, seguirá adherido al equipo femenino y seguirá asistiendo y colaborando en los entrenamientos.
Las negociaciones siguen abiertas y la directiva sigue trabajando para confeccionar una gran plantilla. Las limitaciones en cuanto a la presencia de extranjeros en la cancha y la poca disponibilidad de jugadores nacionales complica mucho esta labor.