Tiene solo 13 años pero ya es un virtuoso del piano. Él es Roberto Reyes, un joven melillense que cursa cuarto grado del Conservatorio Profesional de Música y que por primera vez ha tocado fuera de las paredes de su escuela. Y lo ha hecho nada menos que en la Misa de Navidad de la parroquia Castrense de nuestra ciudad.
Roberto confiesa que al principio estaba un "poco nervioso". Era su debut y, además, en un acontecimiento principal para la iglesia católica. Pero allí estaba, desde temprano, para montar su piano y deleitar a los feligreses. Era su primera experiencia en este campo pero supo estar a la altura.
Y el dúo sonó fenomenal, a pesar del poco tiempo que han tenido para realizar la preparación y los ensayos de estas tradicionales piezas musicales. "Estoy muy contento porque ha salido todo bien. Tuvimos poco tiempo para prepararlo todo porque, mientras llegan las partituras, que se decidía si habría o no música en la misa y todo eso, hemos tenido solo dos o tres días para ensayar".
En cualquier caso, para Roberto Reyes se trata de una experiencia que quiere repetir y que se concretará de nuevo el próximo 6 de enero, en la misma parroquia Castrense, en la misa de las 12.30 horas. "Esperamos repetir en la celebración del día de Reyes Magos", manifestó para añadir que la selección de los temas fue cosa de su tía y él.
El criterio que siguieron ambos para seleccionar la música de la Misa de Navidad fue que resultaran temas conocidos popularmente. "Son todos muy conocidos, a excepción quizás de la 'Cantata' de Bach, que la tocamos en la entrada. Nos gustaron para esta celebración porque son cortos y no son excesivamente complicados para el plazo de tiempo que teníamos para ensayar", explicó el pianista.
Roberto Reyes afirma que se sintió a gusto tocando el piano en la parroquia. "He estado nervioso, no voy a mentir, pero conforme iba tocando me he sentido más cómodo y más a gusto. Era la primera vez que hacía algo así y me he conseguido ir relajando con el tiempo hasta sentirme bien".
La violinista, sin embargo, tiene larga experiencia en sus intervenciones en celebraciones religiosas, en las que lleva tocando desde hace 8 años. Miembro de la Junta de Gobierno de la Congregación de la Victoria, para Olaya Jiménez uno de los momentos más emotivos de la misa "fue cuando hemos tocado Aleluya en la segunda lectura que, por cierto, ha hecho mi hermana".
Tía y sobrino se entienden a la perfección desde sus distintos instrumentos. Los dos han sido alumnos del Conservatorio Profesional de Melilla, aunque Olaya Jiménez acabó sus diez años de carrera hace ya algún tiempo. "Ha sido precioso tener la oportunidad de tocar con mi sobrino, ha sido un momento muy especial, que vamos a repetir, además, el 6 de enero".
Jubileo de la esperanza
Por otro lado, este domingo, día 29, solemnidad de la Sagrada Familia, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en el centro de la ciudad, se celebrará en el Sagrado Corazón de Jesús el inicio del Año Jubilar 2025, dedicado a la esperanza, tal y como ha sancionado el Santo Padre. El acto de apertura de la puerta tendrá lugar a las 12 del mediodía y será el vicario episcopal, Eduardo Resa, quien lleve a cabo ese tradicional gesto.
En nuestra Diócesis de Málaga, el templo jubilar es la catedral malacitana. Debido a las particularidades de nuestra ciudad, el obispo, monseñor Jesús Catalá, ha tenido a bien, tras la solicitud del vicario episcopal de Melilla conceder a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús que sea templo jubilar para que los cristianos melillenses puedan peregrinar y ganar el jubileo sin tener la necesidad de desplazarse hasta la catedral de Málaga.
El jubileo tiene su eje central en el arrepentimiento y el perdón de los pecados, las obras de caridad y misericordia, la peregrinación al templo, la confesión sacramental, la comunión eucarística y rezar por las intenciones del Papa para ganar las indulgencias. En la confesión se perdona la culpa del pecado, la ofensa a Dios y la indulgencia plenaria supone el perdón de la pena temporal del pecado, que puede ser sanada en esta vida o en el purgatorio.