El portero cubano de 44 años, con una amplia experiencia en el balonmano español, declara que podría ser el padre de todos los jugadores que conforman actualmente la plantilla local.
El último de los fichajes de la escuadra del CD Virgen de la Victoria, el portero cubano Rey Enrique llegó en la jornada de ayer a nuestra ciudad procedente de Almería para después de un pequeño descanso vestirse de corto para la realización de la primera sesión de entrenamientos junto a los que serán sus nuevos compañeros hasta el final de la temporada 2016-2017 en el grupo F de la Primera División Nacional de balonmano.
Según aseguró el propio jugador, “todo se fraguó una semana antes del inicio de la temporada pero no pudo ser antes ya que tuvo que arreglar una serie de situaciones tanto en tierras francesas como por parte de mi familia”.
Este veterano jugador, 44 años, jugó la temporada pasada en esta misma categoría en el cuadro del Lanzarote, además aseguró que en su periplo deportivo “muchas han sido las veces que ha jugado en tierras melillenses midiéndose a la escuadra del Ebidem Melilla con diferentes conjuntos nacionales”. Otra de las circunstancias importantes que argumentó es que “puede ser el padre de la totalidad de la plantilla de este nuevo equipo”.
Sobre el nuevo proyecto donde aterriza aseveró que “conozco que el cuadro melillense cuenta con un equipo muy joven y que vengo a aportar mi calidad y experiencia para intentar cumplir con el objetivo de mantener la categoría para asentarlos en esta categoría nacional”, además de la experiencia que puede tener en la Primera División después de los muchos años que ha militado en esta división del balonmano español.
En cuanto a como llega a esta nueva andadura no pudo ser más claro y dijo que “físicamente estoy a tope después de haberme estado entrenándome en Francia por lo que me encuentro al cien por cien para aportar mi granito de arena este próximo sábado”, donde la escuadra de nuestra ciudad jugará un nuevo partido de liga, esta vez, frente al cuadro malagueño del Maristas.
Lo que parece que tiene muy claro es que este será su último año como jugador, después de que ha estado dilatando su adiós durante los dos o tres últimos años pero la surgió la posibilidad de sumarse al proyecto de la escuadra de nuestra ciudad y no se lo pensó dos veces para desplazarse hasta tierras melillenses.
Tanto eran las ganas de llegar a Melilla que este pasado fin de semana se presentó en tierras almerienses para presenciar en directo las evoluciones de nuevos compañeros en el choque frente al Urci Almería y donde por cierto salieron derrotados por el resultado de 25-20.
Otra de las ideas que tiene este nuevo jugador de la escuadra del Virgen de la Victoria es intentar ayudar a los jóvenes valores de la cantera de nuestra ciudad en su crecimiento en el mundo del balonmano, puesto que también posee la titulación de entrenador nacional y le puede venir a la perfección a la Federación Melillense de Balonmano, como a los diferentes clubes de nuestra ciudad durante este temporada.