-
La madrugada del domingo fue rescatado un argelino de las escolleras del puerto
El Faro fue testigo la madrugada del domingo de un hecho que continúa ocurriendo, pese a las medidas antiintrusión que se han aplicado al puerto en forma de concertinas. El suceso pudo terminar en tragedia, pero la rápida intervención de los Bomberos, que acudieron avisados por la Guardia Civil, lo evitó.
En esta ocasión, un joven argelino de 24 años que intentaba acceder clandestinamente a la zona de seguridad para tratar de colarse como polizón en un barco se precipitó a la zona de las escolleras.
La caída le causó una brecha en la cabeza y la fractura de “una extremidad inferior”, como confirmó la Delegación del Gobierno.
Los Bomberos necesitaron una escalera corredera y usar la técnica del ‘tobogán’ para poder sacar de la escollera al joven, cuyas heridas le impedían moverse. Finalmente, una ambulancia del 061 lo trasladó al Comarcal, donde quedó en observación, pero fuera de peligro.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) afirmaron a este periódico que las intrusiones de menores han bajado, pero se mantienen las entradas irregulares de adultos. El de ayer fue sólo un caso más. AUGC considera que si entran menos menores, se debe a las concertinas, aunque también cree que ello es algo “temporal”.
La prueba de que los elementos lesivos en la verja del puerto no lo convierten en inexpugnable está en que jóvenes ya adultos continúan accediendo a la zona de seguridad. No parece que las concertinas ejerzan un efecto disuasorio, por lo que cabe preguntarse de qué está sirviendo su instalación.