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CpM anunció ayer que se ausentará una vez más de los actos por el Día de Melilla
Mañana se celebra el Día de la Ciudad Autónoma y, una vez más, el principal partido de la oposición parlamentaria, Coalición por Melilla (CpM), se ausentará de los actos. La formación cepemista, que cuenta con siete diputados en la Asamblea de la Ciudad, siempre ha excusado su ausencia de esta ceremonia en que considera que debe declararse Día de Melilla la fecha en la que se aprobó el Estatuto de Autonomía, que lleva en vigor desde 1995, y no la que conmemora la conquista de la plaza por las tropas castellanas al mando de Pedro de Estopiñán, un episodio histórico ocurrido el 17 de septiembre de 1497.
En esta ocasión, los diputados de CpM tampoco asistirán esta noche a la entrega de las Medallas de Oro de la Ciudad, que este año se han concedido al Club Scorpio de Aventuras y al teniente general Martín Bernardi. Los cepemistas votaron en contra de que la Ciudad diese ese reconocimiento a la citada entidad y al militar y propusieron que en su lugar se concediese al deportista Yusef Abdeslam Kaddur, quien ha ganado títulos nacionales e internacionales.
El fin de este artículo no es juzgar la elección de los que han sido o no han sido reconocidos este año con la Medalla de Oro, sino opinar sobre la conducta de CpM de cara a los actos por el Día de la Ciudad.
El hecho de no estar de acuerdo con que una fecha determinada sea la adecuada para honrar a Melilla no debe eximir de participar en las ceremonias destinadas a ese fin. De hecho, acudir a los actos no significa en modo alguno mostrar acuerdo con la fecha del Día de Melilla. Yendo a los mismos simplemente se está cumpliendo con una obligación institucional como representantes no sólo de sus electores, sino de todos los melillenses, pues eso es lo que significa ser diputados en la Asamblea.
Lo mismo puede decirse de la no asistencia a la ceremonia de entrega de la Medalla de Oro: la presencia de CpM en modo alguno supondría acuerdo con que ese honor se haya otorgado a quienes ellos creen que no reúnen los méritos para ello.
Es de desear que para el Día de Melilla del año próximo, todos los representantes parlamentarios estén unidos, aparcando sus discrepancias por una jornada.