Autoridades civiles y militares de la ciudad han recordado, este martes, Día de los Difuntos, a las víctimas del coronavirus, que en la ciudad son 112 personas, pero también a hombres y mujeres relevantes que forman parte de la historia de la ciudad.
La corona a las víctimas del covid fue colocada en la capilla del cementerio de La Purísima por la delegada del Gobierno, Sabrina Moh; el comandante General de Melilla, José Miguel de los Santos Granados, y la vicepresidenta del Gobierno, Gloria Rojas.
Durante la mañana de este martes, en el Cementerio de La Purísima se depositaron 18 coronas de flores en cada una de las tumbas y posteriormente el vicario de la ciudad, Eduardo Reza, hizo un breve responso.
La vicepresidenta del Gobierno, Gloria Rojas, ha indicado que esta fecha "es un día, como todo el mundo sabe, de homenaje y de recuerdo a todas las víctimas que han fallecido en la ciudad. Primero vamos a empezar por el cementerio de La Purísima Concepción, luego iremos al cementerio hebreo y después al cementerio musulmán".
Las coronas en el Cementerio de La Purísima fueron colocadas en las tumbas de Rafael Ginel Cañamaque, alcalde de Melilla entre 1979-1983; de José Imbroda Domínguez, concejal entre los años 1979-1983; de Julio Basset, ex diputado en las Cortes; José Romero Girado, fallecido en julio de 1978 en un accidente laboral; Dolores Carmona Román, empresaria melillense que murió en 1988; Pedro Ubieto Garcés; concejal entre 1987 y 1991; Antonio Diez Martín, alcalde entre 1931 y 1936, así como de César Jiménez, fallecido en el 2000.
También se han dispuesto coronas en las tumbas de Antonio Molina, fallecido en un atentado en el 2002; de Benito López Franco, soldado de los Milagros; de Francisco Gil Castro, fallecido en 1982 ahogado intentando salvar la vida de varios bañistas; así como de Cándido Lobera Girela, presidente de la Junta de Arbitrios entre 1928-1931.
Pero también se recordaron a la aviación de Ingleses, fallecidos el 15 de junio de 1944; a las víctimas de la explosión del Polvorín de Cabrerizas; otra sobre los restos del cementerio viejo de la ciudad; se recordó a las víctimas del accidente aéreo de 1988 y a las víctimas del depósito de agua de 1997. También se depositó otra corona de flores en el Panteón Militar de Héroes.
También se recordó a Manuel Céspedes Céspedes, ex Delegado del Gobierno de Melilla, fallecido hace unos meses.
María Dolores, madre Antonio Molina, después de que pusieran una ofrenda floral en la tumba de su hijo, dijo quedarse con que "la muerte de mi hijo salvó muchas vidas. En eso es lo que me tengo que amparar, porque ante la situación y no de la culpa vuestra, sino de toda la conjuntiva política existente en España. Tanta sangre derramada, en estos momentos es injusto y no ha valido para nada".
Dijo haber sacado fuerzas para hacer frente a la situación aunque ya están "debilitadas. Pero aún seguiré diciendo que lo único que mereció la pena fue salvar tantísimas vidas".
Al acto asistieron además de miembros del Gobierno de la Ciudad; la delegada del Gobierno, Sabrina Moh; el comandante general de Melilla, José Miguel de los Santos Granados; diputados del Partido Popular de Melilla y de Voz Melilla, el vicario de la ciudad, Eduardo Reza, entre otros.