Saber cuántos parados hay en Melilla a partir de los estudios del Instituto Nacional de Estadística es tan difícil como conocer el número aproximado de ciudadanos que participan en cualquier manifestación que se desarrolla es nuestra ciudad. En el primer caso, la Encuesta de Población Activa (EPA) tiene la ‘virtud’ de arrojar al mismo tiempo datos coincidentes y contradictorios con los que manejan otros organismos, en este caso, el Servicio Público de Empleo Estatal. Por un lado, los 14.600 trabajadores desocupados de la EPA del tercer trimestre de 2013 es un cifra bastante compatible con los 13.713 desempleados que se encontraban inscritos en las listas del paro al finalizar el pasado mes de septiembre. Sin embargo, el incremento de 50% del desempleo en el último trimestre es una cifra tan absurda como la de los sólo 9.500 parados que supuestamente había en nuestra ciudad hace tres meses según el INE; menos desempleados que en las listas del paro.
Este irracional baile de cifras hace que lo menos descabellado de la Encuesta de Población Activa referida a nuestra ciudad sea la advertencia que hace el propio INE cuando señala que los indicadores de Melilla y Ceuta pueden estar sujetos a “grandes errores de muestreo”.
Los mismos ‘errores de muestreo’ se producen a la hora de contar manifestantes o huelguistas, pero en este caso la equivocaciones son premeditadas y se cometen con alevosía (buscan confundir a la ciudadanía) y nocturnidad (desde la noche antes es posible prever el baile de cifras). Ayer participó en la huelga contra la ley de Educación el 10% de docentes, según la Dirección Provincial, o el 25%, según los sindicatos. La diferencia no es baladí, ya que hay que tener en cuenta que quienes decidieron ejercer su derecho a la huelga lo hicieron renunciando a cobrar el salario que les correspondía puesto que se ausentaron de su puesto de trabajo. Por lo tanto, es una cifra que tiene que estar perfectamente contrastada para trasladarla a final de mes a las nóminas que correspondan. Un día de sueldo del 15% de los docentes (la diferencia entre los porcentajes de participación ofrecidos por los sindicatos y la administración) no es una cifra despreciable cuando se traduce a euros.
Tampoco hay acuerdo entre la Delegación y los promotores de la manifestación ante la Dirección Provincial sobre el número de participantes. Mientras que los primeros lo reducían a medio centenar de asistentes, los sindicalistas más entusiastas lo cifraban en más de tres centenares. A pie de calle, a ojo de buen cubero, con la mirada experta del policía acostumbrado a calcular el tamaño de la masa y bajo la promesa del anonimato, varios agentes presentes en la zona coincidieron en que ayer se concentraron unas 200 personas ante la Dirección Provincial en el momento álgido de la protesta.
Así, si todavía no hemos aprendido a contar, es lógico que sea imposible aplicar la lógica matemática a la resolución de cualquier problema. Unos ven 50 manifestantes donde otros calculan 300. Unos contaban hace tres meses 9.500 parados donde otros suman hoy 14.500 desempleados. La asignatura de Matemática nunca ha sido el fuerte de los estudiantes españoles. En eso sí podemos estar todos de acuerdo con el ministro Wert.