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La junta de personal pide a la Delegación del Gobierno que medie para subir de siete a 16 trabajadoras
La Junta de Personal de la Ciudad de Melilla ha remitido un escrito al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, en el que solicitan su intermediación para reclamar que se aumente “urgentemente” el número de funcionarias en el centro penitenciario dado que actualmente solo hay siete de las 16 con las que la prisión echó a andar en 1993.
Según el escrito, solicitan su intervención para la solución del que consideran “un gran problema que está afectando al normal funcionamiento del centro penitenciario de Melilla”. En el documento recuerdan que desde que entró en vigor en 2007 la ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, quedaron extinguidas las escalas masculina y femenina del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, unificándose.
No obstante, un año después un real decreto dictó varias medidas para la aplicación de dicha unificación “ya que su aplicación efectiva, en determinados supuestos, puede colisionar con la protección del derecho a la dignidad e intimidad de las personas internadas”.
Un funcionario de cada sexo
El Centro Directivo volvió a dar normas en 2009 señalando que siempre debe haber al menos un funcionario de cada sexo en cada unidad.
“Actualmente, la plantilla de la prisión no cuenta con funcionarias suficientes para cubrir los servicios. Esto se lleva produciendo desde hace tiempo pero se ha visto agravado durante las últimas fechas ya que, tras el reciente concurso de traslados, se han perdido dos mujeres más”, se asegura en el escrito remitido por la Junta de Personal de la Ciudad, integrada por representantes de los sindicatos Acaip-Uso, CCOO, UGT y CSIF.
En el documento se asegura que no se está aplicando uno de los artículos del real decreto, que permite que se pueda reservar hasta el 40% de los puestos de trabajo en el servicio de vigilancia para un determinado sexo, “sin que pueda considerarse esta exigencia como discriminación”.
En la actualidad, el centro penitenciario cuenta con ocho funcionarias, seis con plaza y dos en comisión de servicio aunque una de ellas lleva un año de baja médica por lo que solo hay siete trabajadoras para cubrir ocho turnos. Aunque el número oscila, en la prisión hay unos 300 internos, entre ellos unas diez mujeres.
Modificación de turnos
La Junta de Personal de la Ciudad detalla que esto hace que sus compañeras se vean obligadas a realizar turnos extras, teniendo que modificar sus libranzas y las vacaciones de Navidad. “Esta situación es insostenible”, indican.
En una reunión mantenida el pasado 13 de noviembre, el director del centro comunicó a los sindicatos que ha trasladado la problemática a la Secretaría General de Personal pero la respuesta ha sido negativa. Así, si las condiciones lo requieren, se puede dar el caso de que hombres tengan que cubrir en solitario el servicio en el módulo de mujeres, algo que, para la junta de personal, contraviene la legislación vigente y atenta “contra el derecho a la dignidad e intimidad de las internas”. “En ningún centro penitenciario del país están trabajando funcionarios varones en departamentos de mujeres sin presencia de funcionarias, y viceversa”, aseguran.
Fuentes de esta junta de personal señalaron a El Faro que en los últimos años se ha estado “parcheando” el problema y las diez funcionarias iban cubriendo el servicio con turnos extras. Hasta que en el último concurso, la situación se ha convertido en, a su juicio, “un sinsentido”.
“En las duchas se produce tensión a veces. Si se están peleando dos mujeres, los hombres no vamos a poder pasar”, explicaron. Con estas palabras reflejaron la “preocupación” que viven los funcionarios varones porque temen que esto pueda derivar incluso en alguna denuncia por parte de las internas.
Por ello, piden la intervención de la Delegación para que se amplíe el número de trabajadoras, ya sea en comisión de servicio o designando a funcionarias en prácticas para el correcto desarrollo de las tareas en prisión.