Quevedo dice que el retraso en los servicios para las playas es “injustificado e injustificable”

El diputado local y vicesecretario de Infraestructuras, Proyectos y Política Medioambiental, Manuel Ángel Quevedo, ha asegurado que el retraso en facilitar los servicios en las playas de la ciudad es “como nunca antes en la historia”, además de in “injustificado e injustificable”.

Quevedo destacó que mantener las playas listas para el uso es uno de los servicios fundamentales que puede dar Melilla porque cuenta tanto con esos espacios en la zona norte como en la sur. Subrayó que se trata de un servicio de ocio para los ciudadanos y un espacio donde hacer vida saludable, además de ser un lugar de estancia gratuita y “nos hace a todos iguales”. Por ello, aseveró que es uno de los servicios “más importantes que tiene que dar la Ciudad y más con las actuales circunstancias porque parece que poco a poco se sale de la pandemia”.

Sin embargo, el diputado del PP afirmó que la prestación de servicios de playa tiene “un retraso como nunca en la historia” y añadió que es “injustificado e injustificable”. Explicó que se trata de “una situación desastrosa” fruto de “la dejadez” que ha habido en el nuevo Ejecutivo porque se han ido acabando los anteriores contratos que dejó hecho el Gobierno del PP y no se ha sacado a licitación de forma rápida esos mismos servicios.

Quevedo apuntó que estando en mayo no hay ninguno de los cincos contratos en marcha y son servicios que permiten tener esta zona de la costa en buenas condiciones para los melillenses. Indicó que a estas alturas del año ya tendría que haber varios servicios en las playas y contar con socorristas.

El diputado local lamentó que el Gobierno local no haya ni copiado los anteriores contratos y con una actualización que siempre es necesaria, volverlos a sacar a licitación “en tiempo y forma” por el mes de febrero o marzo como muy tarde para que ya pudieran estar en marcha.

Para Quevedo esta cuestión no es ya que se pueda, por ejemplo, causar un daño medioambiental porque no hay papeleras para las basuras, sino que es “un peligro para la vidas de las personas porque no hay socorristas ni los va a haber durante mucho tiempo”. Y toda la responsabilidad de esto la depositó en dos áreas del Ejecutivo local, como son Medio Ambiente, que tiene cuatro contratos y el presidente de la Ciudad, Eduardo De Castro, por ser el responsable de Seguridad Ciudadana, del que depende el tema del socorrismo.

Los contratos

 

El diputado del PP de Melilla indicó que el menor de los contratos es el de hamacas. Recordó que el pasado año no hubo este servicio por la presencia de la Covid-19 y por desconocer cómo se transmite el virus. Pero cree que este año, reforzando la limpieza, sí que se podría contar con estas hamacas en las playa. Y de hecho, lo que cree Quevedo es que la Consejería de Medio Ambiente “se quita un problema” justificando que no hay este servicio por la pandemia.

En este punto, destacó que no solo se crea una incomodidad a los melillense que deberán llevar sus sillas desde sus casas o coches a la playa, sino que se han perdido puestos de trabajo de personas que no sólo podrían facilitar las hamacas, sino la limpieza de las mismas.

Otro de los contratos que no han licitado es el de ‘playa para todos’. Quevedo explicó que este servicio permite a personas de entidades como, TeAma, Aspanies, Gámez Morón o Autismo Melilla hacer actividades en la playa. Dijo que si se ha ofrecido en 2019 y 2020 fue porque aún estaba en vigor el contrato que sacó el Gobierno del PP, pero ahora, no se sabe si se ha eliminado o no esta actividad o si van a sacar estos pliegos, pero que llegará tarde el servicio. Explicó que se necesitan varios meses para licitar y adjudicar un contrato y no se contará con ello para el 1 de julio. Indicó que antes había diez personas trabajando en este proyecto, que eran 8 monitores, un coordinador y una enfermera y se atendía entre niños y jóvenes a unas 30 personas en turnos de mañana y tarde.

El tercer contrato que criticó Quevedo es el de los servicios marítimos. Explicó que hay que balizar la zona y poner las redes para que no pasen las medusas o la suciedad. También se incluye el limpiamar para que no lleguen plásticos a la zona de la playa. Subrayó que funcionó hasta el 2020 con el contrato que firmó el Gobierno del PP y, aunque ya se ha licitado, el diputado del PP cree que hay una dotación económica insuficiente. Comentó que solo se ha presentado una empresa para hacer este servicio y el negocio tiene solo cinco meses de vida y señaló que no cree que pueda justificar su solvencia económica. “Si no la puede justificar, imagínense el desastre porque no contaremos con redes ni balizamientos. Pero si la puede justificar, no será hasta mediados de junio cuando pueda estar contratado”, añadió indicando que ya debería estar adjudicado este servicio para evitar la entrada de embarcaciones en la zona de baño y para contar con la embarcación limpiamar a diario.

Otro de los contratos, que según Quevedo, es de lo más importantes recoge los servicios terrestres. Explicó que se trata de hacer movimientos de arena para, por ejemplo, trasladar la arena a las zonas donde hace falta y también para poner las sombrillas, las pasarelas, los contenedores, los carteles y la limpieza de las orillas. Ya salió a licitación y tiene una adjudicación provisional. Pero, según el popular, no será hasta mediados de junio cuando se cuente con este servicio. “Es un retraso brutal”, afirmó.

Quevedo lamentó que no haya ningún contendor para clasificar los desperdicios de las personas que acudieron a la playa este fin de semana y solo se ha podido utilizar las papeleras. Pero indicó que no se ha podido hacer un reciclaje cuando se está insistiendo en esta cuestión desde hace años.

“El desastre de todos los desastres”

El último de los contratos que analizó Quevedo fue el de socorrismo. Aseveró que es “el desastre de todos los desastres”. Informó de que el contrato de socorrismo del PP finalizó en el 2019 y en el 2020 el Gobierno actual sacó un nuevo contrato que fue anulado y luego procedió a la prórroga del anterior. El diputado del PP explicó que esto fue algo “irregular”, pero que no quiso entrar en este asunto porque estábamos en plena pandemia.

El popular comentó que cuando se anuló la licitación el pasado año el director general de Seguridad Ciudadana comentó que los pliegos estaban mal y debían hacerlo bien. Pasaron los meses y el 9 de diciembre sacan el contrato y lo vuelven a anular el 30 de ese mismo mes. “¿Y por qué lo anulan? Pues porque están mal”, remarcó. De hecho, Quevedo comentó que podrían haber copiado el contrato del Gobierno anterior y haber actualizado los precios.

El diputado del PP explicó que dos veces lo sacan mal porque no se había dotado de suficiente presupuesto hasta el punto de que no se cumplía con el convenio colectivo de pagos a los socorristas. Y en febrero, añadió Quevedo, suben el coste un 2% y una de las empresas ha recurrido al Tribunal Contractual informando de que no se puede ofrecer este servicio por ese coste y ahora “está suspendido el contrato por los tribunales”.

El popular dijo que lo mejor que puede pasar es que el Tribunal dé la razón a la Ciudad y sí se pueda adjudicar el contrato con estos servicios, de forma que sería a inicios de julio cuando se podrá contar con estos profesionales. Pero en caso contrario, si hay que volver a licitar, no será hasta octubre cuando se cuente con este servicio y la temporada de baño habría pasado, añadió Quevedo. Y el vicesecretario dijo que no se puede hacer un contrato de emergencia porque han pasado dos años desde que finalizó el anterior contrato.

Al hilo esto, comentó unas palabras del consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, que hace unas semanas apuntó que cualquier persona podría usar las playas “bajo su responsabilidad”. Calificó estas palabras de “muy fuertes” y “fuera de lugar” y espera que no pase nada en estas semanas. De hecho, recordó que el Gobierno del PP compró torres con rampa para facilitar que los socorristas salieran en el menor tiempo posible a rescatar a una persona y se incluyó una moto, una embarcación y un quad, además de cuatro enfermeros en la playa por si ocurriera algo.

Quevedo dijo que el año pasado se culpó al Ministerio de Sanidad del retraso en los servicios y también comentó que Mohatar dijo que en el PP que había “una maldad fuera de lo común” y un “desconocimiento brutal de cómo funcionaba la administración”. Pero el popular aseveró que no es así, sino al contrario. “Hay que ser muy inútil para cuando tienen los contratos bien hechos y funcionan durante años no copiarlos y luego actualizarlos”.

El diputado del PP remarcó que no solo no han copiado esos contratos, sino que han sacado los suyos mal y tarde y se han anulado hasta dos ocasiones. “Esto es un desastre tremendo y un ejemplo de la mala gestión”, añadió.

Por todo ello, Quevedo solicitó explicaciones y disculpas del Gobierno local. Pero lamentó que lo que va a conseguir es se busque a un culpable sin dar soluciones. Reiteró que las playas es una de las alternativas de ocio para los melillenses.

Las playas de la zona norte

Por otro lado, el diputado del PP lamentó que las playas de la zona norte están sin preparar y no sabe si los melillenses van a poder utilizarlas o no este verano. La primera de ellas es la de Galápagos que siempre es abierta y cerrada por los socorristas con lo que depende este servicio para ello.

Pero indicó que, por ejemplo, no existe la playa de la Alcazaba. Subrayó que no se ha reparado el dique ni por la Ciudad y por Costas y no existe este espacio.

Y en cuanto a la de Horcas Coloradas aseveró que tampoco no existe en estos momentos, porque se ha sacado una obra de emergencia para reparar los muros por un vuelco de los mismos, pero hasta que no se haga, no se puede ir en coche hasta allí. Se preguntó si es que los melillenses van a tener que andar con sombrillas y todas sus cosas un kilómetro y medio para llegar a esta zona.

Quevedo reiteró que no hay abierta ni una de las tres playas de la zona norte y por ello, el Gobierno local debe dar explicaciones. Insistió en que no solo no se han hecho mejoras o inversiones, sino que ni se ha realizado un mantenimiento de lo que ya había.