El primero de ellos ardió a las 20:35 en General Aizpuru. Los demás estaban junto a la Plaza de Toros, General Marina, Sidi Abdelkader y Castelar
En la tarde de ayer, antes de que cayera el sol, ardieron cinco contenedores en distintos puntos del centro de la ciudad. Los Bomberos tuvieron que desplazarse con celeridad de un lado a otro para sofocar cada uno de estos fuegos. Fuentes de este Cuerpo informaron a El Faro de que el primer contenedor fue quemado en la calle General Aizpuru a las 20:35 horas. Sólo diez minutos más tarde se produjo el siguiente suceso, en una zona muy próxima. El siguiente contenedor que fue pasto de las llamas, en concreto a las 20:45 horas, se ubicaba en la plaza Velázquez, a escasos metros de la Mezquita del Toreo. Junto al Parque Hernández Sólo dos minutos después, de acuerdo con el parte de Bomberos, otro contenedor ardió en una zona todavía más céntrica, en la calle General Marina, junto al Parque Hernández. Después de que los efectivos de la brigada antiincendios de Melilla extinguieran este fuego, parecía que estos incendios provocados en el corazón de la ciudad habían tocado a su fin. Nada más lejos de la realidad. La tregua duró apenas 40 minutos. A las 21:25, otro recipiente para basuras, de los destinados a arrojar papel y cartón (los contenedores de color azul), fue prendido en la calle Sidi Abdelkader, casi en la esquina con la Avenida Juan Carlos I. Un camión de Bomberos llegó rápido al lugar y lo sofocó. En la calle Castelar Ni siquiera habían transcurrido diez minutos cuando otro contenedor fue quemado a escasos cien metros, en la calle Castelar. Este suceso, ocurrido a las 21:34 era, al cierre de esta edición, el último fuego provocado en el centro. Mientras se estaban desarrollando los dos últimos de los incendios descritos, un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló en diversas ocasiones las calles donde se produjeron los fuegos, así como la zona próxima del Rastro. El Faro observó asimismo cómo vehículos de la Policía Nacional se situaban al final de la calle Castelar, junto al cementerio de La Purísima. Fuentes de este Cuerpo consultadas por El Faro indicaron al cierre de este número que, por el momento, no se había practicado ninguna detención por estos sucesos.