La situación de incertidumbre en que se mueve en estos momentos el aula matinal ha llevado a las trabajadoras a expresar públicamente sus protestas, según han hecho público en un comunicado en el que señalan que esta situación afecta a más de 300 familias melillenses y las 28 empleadas que llevan a cabo esa labor en Melilla.
El problema, según aseguran estas trabajadoras, es que el contrato mayor para la adjudicación del servicio de las aulas matinales aún no ha sido resuelto por la Mesa de Contratación. Además, aseguran que ese pliego de condiciones se sacó con 8 meses de retraso.
Asimismo, estas mujeres aseguran que el último contrato finalizó el pasado 31 de agosto y que desde entonces están sin trabajo. "A día de hoy no se sabe qué va a pasar con el servicio ni con las trabajadoras", aseguran.
Según sus cálculos, son más de 300 las familias que se están viendo perjudicadas, puesto que cuentan con este servicio para poder conciliar la vida laboral. "Muchos padres se preguntan qué pasará con sus hijos cuando comience el curso escolar la semana que viene", apuntan.
Este servicio de aulas matinales se puso en marcha en 2022 y, según afirman las trabajadoras, la Consejería de Educación "no da información alguna al respecto". "El año pasado, a fecha del 1 de septiembre, el servicio ya estaba activo".
"Tratándose de un servicio esencial, no se entiende que desde la Ciudad Aurónoma no busquen una solución para poder mitigar esta situación, ya sea mediante una prórroga o con contratos menores, como se ha hecho en otras consejerías", concluyen.