El cierre de la aduana comercial con Marruecos ha supuesto un antes y un después para la economía de Melilla y también para los profesionales marroquíes que se desplazaban desde el país vecino a Melilla para trabajar en sectores, tales como la construcción. Hablamos de profesionales cualificados, y muy técnicos que demandaban las empresas. El hecho de que ahora no puedan trabajar en nuestro país obliga a ofertar cursos para formar a jóvenes en los trabajos que anteriormente desempeñaba mano de obra marroquí.
Éste fue uno de los temas que la presidenta de Promesa, Esther Donoso, abordó durante una entrevista ante los micrófonos de Onda Cero.
“Desde que se cerró la aduana comercial”, matizó Donoso, “y no hay ningún viso de que se vuelva a abrir, aunque le oiga decir al ministro de Exteriores que sí se va a abrir, pero siguen sin darnos fechas porque sabemos que la aduana se cerró y no va a volver a abrir. Ahora dicen que hasta que no se postule el Gobierno sobre el Sáhara no se pensará en comerciar con Ceuta y Melilla, pero bueno, voy a seguir hablando de formación. Es cierto que el cierre fronterizo supuso un varapalo, ya que muchos profesionales en materias específicas procedían del país vecino. Fundamentalmente, mano de obra para la construcción”.
Donoso recuerda que, este semestre “vamos a poner a funcionar Melilla Invierte con 150 millones de euros en volumen de obra. Evidentemente, nuestras empresas necesitan fontaneros, electricistas, albañiles. Ante este panorama hemos creado algo parecido a una Escuela de Oficios, entre comillas”.
De esta forma, Promesa brindará cursos de carpintería, electricidad y fontanería: “ahora mismo son los tres que hemos visto que eran los más relevantes y necesarios en nuestro territorio, pero tenemos un abanico de muchos más oficios que ofertaremos de manera paulatina”.
Hasta la fecha, Promesa pone en funcionamiento los cursos de albañil I, albañil II, dos cursos diferentes de fontanería y electricidad, pensando en las demandas más acuciantes, “aunque también hemos sacado uno de montador de carretillas, así como uno de auxiliares veterinarios, ya que Melilla cuenta con mucha población de gatos callejeros”.
Esther Donoso está convencida de que los “cursos que estamos sacando son verdaderamente interesantes y necesarios para la ciudad”.
Salud empresarial
La presidenta de Promesa quiso hacer especial hincapié en la salud de los empresarios melillenses, subrayando que “determinados sectores no lo están pasando bien tras el cierre de la aduana comercial y el hecho de que Marruecos no admita la reciprocidad en el régimen de viajeros les pasa factura. Por ello, las obras que se han ejecutado en determinadas zonas de la ciudad han sido vitales”.
Los comerciantes del Rastro, así como los del polígono lo “han pasado mal y lo siguen pasando francamente mal”.
Frente a este panorama, Promesa decidió poner en marcha una serie de ayudas para contrarrestar los efectos del cierre fronterizo: “cuando llegué a Promesa, lo primero que hice fue ejecutar la línea 8 de ayuda que contaba con una partida 14 millones de euros iniciales y que los empresarios estaban esperando como agua del mes de mayo. Después sacamos la complementaria cercana a los 8 millones de euros. En total, más de 20 millones de euros se pusieron en circulación para sofocar al pequeño y mediano comercio. En los presupuestos del 2025 se ampliarán las bonificaciones”.
La sociedad Promesa dispone de cinco millones de euros más en su presupuesto tras la aprobación hace unaos días en la sesión plenaria de la Asamblea de dos modificaciones presupuestarias, en base a remanente en tesorería y baja en otras partidas presupuestarias. Una cuantía con la cual continuarán poniendo en marcha cursos, ayudas para los jóvenes emprendedores, así como para locales comerciales.
En este sentido, “lo máximo que abonamos es 15.000 euros a una empresa, siempre y cuando lleve más de un año de creación, y que haya invertido una cierta cantidad en bienes de equipo. El próximo año, nuestro reto es ampliar la ayuda de 700.000 a 2.000.000 de euros. Para ello tenemos que modificar las bases porque queremos ampliar el tope de bonificaciones”.
Respecto a las ayudas, muchos jóvenes empresarios “lamentan” los trámites administrativos preceptivos para instalar una empresa, mientras que otros ”se quejan” de que, en ocasiones, la formación que demandan las empresas no se ajusta a la realidad.
Sobre las peticiones de los empresarios melillenses, Esther Donoso, presidenta de Promesa, manifestó que “nosotros estamos manteniendo continuamente reuniones con los empresarios para conocer sus reivindicaciones. En el último estudio que elaboramos, sobre las necesidades formativas, en colaboración con sindicatos, SEPE y la Universidad de Granada nos pusimos en contacto con todos los empresarios para conocer los profesionales que requerían y a raíz de los resultados pusimos en marcha nuestros cursos de formación. Todos los cursos que ofertamos ahora, los tenemos catalogados. Es decir, con un 5 los que más que demandan tienen… en la actualidad, ofertamos cerca de 80 cursos que, entendemos, son los prioritarios”.
En este informe, tomaron parte algunos sindicatos, la UGR, pequeñas y medianas empresas y el SEPE.
Sobre la burocracia que dificulta, a veces, la puesta en marcha de una empresa hay ayudas que proceden de Europa, tales como el Fondo Social Europeo o los FEDER, cuyos trámites administrativos vienen establecidos por Europa y son imposible de eliminar, pero “en los que son de financiación propia sí podemos simplificar el papeleo”.
A estas ayudas económicas hay que sumar las denominadas emprendedores a la carta, que se dirigirán sólo a los jóvenes, en los cuales “financiamos Seguridad Social, alquiler, inversión…”. Hasta la fecha, el tope era de 30.000 euros a cada emprendedor, aunque la intención de Donoso es que ascienda hasta los 45.000 euros con lo cual si con anterioridad había una cantidad destinada de 300.000 euros, ésta ascendería hasta el millón de euros a través de esos 5 millones que se inyectaron a Promesa hace unos días.
Con este paquete de medidas, desde Promesa se marcan como reto potenciar la economía de Melilla con el respaldo de la Ciudad Autónoma.
ALGUNOS LE HAN VISTO LAS OREJAS AL LOBO RECIENTEMENTE AUNQUE LLEVA AÑOS VIENDOSELE EL PELO...
Lo más absurdo que he visto es que se oferten cursos de formación interesantes(con salida) a jóvenes(garantía juvenil), y que el resto de parados, como los padres de familia nos manden o no cursos que no sirven más que para quitarte de la lista o para suspenderte el dichoso subsidio. Más miseria es lo que se espera con estas propuestas que se suponen iban a solucionar o resolver los problemas de la ciudad.