El hermano mayor de la Cofradía del Humillado asegura que los jóvenes son esenciales para su congregación, puesto que son el relevo de los cofrades más veteranos.
La Cofradía Castrense de Nuestro Padre Jesús de Humillado y María Santísima de la Piedad cuenta con una larga trayectoria en Melilla. Uno de sus grandes valores es la juventud, puesto que alrededor del 70% de los integrantes de su congregación pertenecen al colectivo, que poco a poco da el relevo generacional a los más veteranos. Asimismo, en palbras de su hermano mayor, es una congregación que se caracteriza por su sencillez y humildad, y que trabaja todo el año “Todo lo que hacemos es para ellos, para que tengan su Semana Santa”, sentencia Francisco López.
–¿Qué sensación tienen en su Cofradía de esta Semana Santa 2015?
–De momento la cosa va bien. Estamos aquí en la Plaza de Toros entregando los trajes a la gente que está viniendo para ser penitentes y costaleros y hasta el momento la sensación es buena. Esperemos que lo que nos queda de esta semana, hasta el Lunes Santo inclusive que estaremos dando la ropa, que se anime la gente y que vengan los poquitos que quedan ya.
–¿Qué preparativos les quedan de cara a Semana Santa?
–Lo único que nos queda por hacer prácticamente es realizar el traslado, que lo hacemos este lunes, que es cuando llevamos el trono ahí, a la Parroquia Castrense para su salida del Martes Santo, poner los adornos florales.
–¿Cómo ven la participación este año?
–Yo veo que la cosa está como el año pasado más o menos. Hay mucha juventud y algunas personas mayores. Pero los mayores ya están dejando a un lado lo que es la carga, porque algunos tienen problemas de riñones o columna. Los que están ahora cubriendo sus puestos son los jóvenes.
–¿Hay muchos jóvenes en su Cofradía?
–Sí. Nosotros somos los que más los cuidamos. La mayoría son jóvenes. Hoy día tenemos cerca del 70% de jóvenes. En total somos 350 cofrades.
–¿Cómo hacen para que se acerquen tantos jóvenes a su Cofradía?
–Es muy sencillo. Desde que son pequeños, la Cofradía cuida la guardería, que son todos los niños y niñas pequeños que salen todos los años con la cara destapada. Cuando se van haciendo mayores, unos salen de penitentes y otros de costaleros, es decir, que van ocupando los puestos de los mayores.
–¿Siguen sumándose niños a la Cofradía para hacer este relevo?
–Sí. De hecho, han venido muchos niños este año a por trajes y ya no nos queda vestimenta infantil. Es una pena, pero no nos quedan más. Los únicos trajes que nos quedan son de personas mayores.
–¿Hay futuro entonces en esta gente joven de su cofradía?
–De momento, si se cuida, el futuro está asegurado, pero hay que cuidarlo, porque, con el tiempo, algunos se cansan, otros se echan novia o se van a estudiar fuera. Muchos se marchan y nosotros procuramos cuidar a nuestros niños para que siga el futuro de la Cofradía.
–¿Cómo cuidan a esta cantera de jóvenes para que se queden?
–Nosotros hacemos aquí muchas cosas, como las catequesis, que implican a todos los niños y de esta actividad se apuntan directamente a la Cofradía. Son dos cosas paralelas que sirven tanto para la parroquia como para la Cofradía.
–¿Cuál es el papel de las mujeres en su Cofradía?
–Hay muchas mujeres y hay mujeres en la Junta de Gobierno. También hay otras que son camareras de la Virgen y otras simplemente vienen, colaboran, ayudan y después salen de penitentes porque dicen que no quieren cargo.
–¿Hay más implicación ahora de las mujeres en la cofradías?
–Aquí las mujeres son muy participativas y muy importantes. Yo creo que una cofradía que no tenga mujeres está condenada al fracaso. La mujer es muy importante en todos los actos de la Cofradía, porque tiene mucho gusto en vestir a la Virgen y entienden mucho de todo lo que es la vestimenta y son las que dicen si las capas están en condiciones o no. Tienen un papel importante, pero no les damos la importancia que ellas tienen. Siempre salimos a relucir los dos o tres que estamos en la Junta de Gobierno, que son los que salimos en la foto, pero hay mucha gente que está debajo de nosotros, de los hermanos mayores, que hacen una labor estupenda y colaboran mucho con nosotros y son anónimas, no quieren salir en nada.
–¿Tienen suficiente portadores para este año?
–De momento, con lo que contamos aquí en Melilla, tenemos más o menos el mismo número que el año pasado. Todavía nos quedan los estudiantes que cogen vacaciones y son los que vienen a última hora a por su traje, que está aquí apartado.
–¿Cuántos portadores tiene entonces?
–Nosotros tenemos 54 portadores para el Humillado y 52 para la Virgen. Con eso tenemos de sobra para salir. Si vienen más, hay sitio en los varales, pero éstos son los mínimos exigibles para salir.
–¿Han cambiado las obras el recorrido de su procesión?
–De momento a nosotros no nos afectan al recorrido. Nosotros vamos a hacer el mismo trayecto que todos los años. En caso de que nos afectara algo, sería en la calle Teniente Aguilar de Mena, pero no tenemos ningún problema porque cortaríamos por la Plaza de España. Además afectaría a una parte muy pequeña del recorrido.
–¿Cuál es para ustedes el momento más importante de la Semana Santa?
–Por supuesto, la salida. Lo que es la salida procesional es muy importante para nosotros. Ver salir al Cristo y a la Virgen por la puerta de la Parroquia Castrense y pensar que un año más estamos en la calle realizando nuestra estación de penitencia es muy especial. Sobre todo el Martes Santo, con el acto de desagravio que tenemos allí, que este año lo hace un cofrade de honor nuestro, que lleva muchos años viviendo fuera de Melilla.
–Además de la Semana Santa, ¿qué otras actividades realiza su Cofradía durante el año?
–Durante el año, a parte de las catequesis, tenemos obras de acción social, que hacemos muchas, y después tenemos un evento muy importante que realizamos todos los años por navidades, que es una misa en la que se recogen alimentos para darlos a los pobres. En Reyes, tanto la Cofradía como particularmente muchos miembros, colaboran con regalos a niños más necesitados para que por lo menos tengan un detalle.
–¿Cuál diría que es la esencia de su Cofradía?
–La humildad y la sencillez. Somos muy humildes, muy sencillos y somos una cofradía que está abierta a todo el mundo y dentro de Melilla tenemos las puertas abiertas para todas las personas que quieran acercarse.
–¿Cómo ven desde su Cofradía la situación de la Semana Santa de Melilla? ¿Es necesaria más participación?
–Nos gustaría que la gente participara más. Hemos visto siempre que hay gente que a última hora, si a una cofradía le faltan costaleros, se ha sumado para que pudiese salir el trono. Les pediría que no esperen a que llegue ese momento, sino que se acerquen a la Cofradía y que pregunten cómo va el número de costaleros. No esperar hasta última hora, adelantarse. Que no pase como otros años, que por falta de portadores se han tenido que meter siete u ocho personas de las que estaban allí.
–¿Cómo ven al público de la Semana Santa de Melilla?
–Todo depende de cómo esté la economía. Hemos visto que hay años que la economía está más boyante y se ha ido mucha gente, tanto a Marruecos como a la península. Otros años se ha notado más la falta de dinero y la gente se ha quedado aquí, en su tierra. Todo depende del dinero que entre en una casa y de las ganas de viajar de la gente.
–¿Animaría a la gente a que se quede en Melilla en Semana Santa?
–Por supuesto. A mí me gustaría que se quedaran aquí para ver la Semana Santa, porque durante todo el año las cofradías están trabajando con muchísima ilusión para el pueblo de Melilla. Nosotros trabajamos para el pueblo de Melilla y todo lo que hacemos es para él, para que tengan su Semana Santa. Pero también necesitamos la colaboración de ellos.