No es raro que los peatones o ciclistas melillenses se quejen de la violencia vial que existe en la ciudad. Es muy común oír el comentario ese de "no me ha pillado de milagro" aún yendo por un paso de cebra. Seguro que muchos de ustedes han tenido esa sensación en algún momento. Y este lunes, desgraciadamente, fue atropellada una mujer en el paso de peatones que sale del Parque Hernández por la Avenida de la Democracia. El suceso no parece muy grave pero la pobre señora tuvo que permanecer en el Hospital Comarcal en observación por politraumatismos.
Este nuevo atropello vuelve a poner de actualidad el problema del tráfico en esta ciudad nuestra que tan poco se compadece muchas veces con peatones y ciclistas, como principales perjudicados.
Los propios datos de la Policía Local demuestran que son demasiados los problemas que existen al respecto. Los 150 atropellos ocurridos entre 2019 y 2020 indican que queda mucho camino que recorrer para que la ciudad sea más segura desde el punto de vista vial.
Ahí, en ese esfuerzo, debemos colaborar todos. La primera, lógicamente, es la Ciudad Autónoma, que tiene para sí las competencias de Seguridad Ciudadana y la Policía Local, principal responsable de obligar al cumplimiento de las normas de tráfico y de tomar medidas encaminadas a que baje la siniestralidad en nuestras carreteras.
Tal vez sería interesante que se intensificaran los controles o que se impusiera un mayor número de sanciones, así como que se pongan en marcha mecanismos que contribuyan a eliminar puntos negros en nuestras vías, estudiados y vistos en el informe policial de 2021.
Después de la Ciudad Autónoma como Administración responsable vamos todos los ciudadanos, conductores y peatones, ciclistas y patinetes, como sujetos obligados al cumplimiento de los límites de velocidad, los pasos de peatones, los semáforos, las derechas, los stops, los ceda el paso y demás señalización que pretende poner orden en la circulación.
Hagamos todos el esfuerzo de ser más consecuentes con la necesidad de aliviar esa violencia vial que nos agobia. El premio, una ciudad segura desde el punto de vista del tráfico, lo merece. No podemos dar la espalda a una realidad que a todos nos concierne, que puede producir siniestros graves como los de 2020 o enero de 2022, que se saldaron con atropellos graves e incluso sendas muertes semanas después por las heridas sufridas en los accidentes.