Las familias de las dos alumnas agredidas el lunes en el instituto Leopoldo Queipo, de Melilla, han solicitado una orden de alejamiento de la agresora, una estudiante de segundo de la ESO. Así consta en la denuncia a la que ha tenido acceso El Faro, interpuesta este miércoles ante la Jefatura Superior de la Policía Nacional. Las madres de las dos adolescentes de primero de la ESO, golpeadas en el patio del instituto por una estudiante de segundo, de mayor complexión física que ambas y conducta violenta, denuncian la pasividad y la omisión de socorro por parte de los dos docentes que durante la bronca estaban al cuidado del patio del instituto. También critican al jefe de Estudios por no llamar a una ambulancia, pese a que una de las víctimas quedó tendida en el suelo, inconsciente, tras recibir numerosas patadas en la cabeza. La otra no necesitó asistencia médica, pero fue atendida por su madre al llegar a su casa. Los hechos se remontan al pasado lunes 19 de septiembre, cuando sobre las 11:30 horas, en el horario de recreo del IES Leopoldo Queipo, una de las víctimas se acercó a la agresora y le pidió que le devolviera una pulsera que había quitado a su amiga, que finalmente resultó ser la adolescente que terminó pateada hasta quedar inconsciente, tendida en el suelo. No fue solo la paliza. La agresora también llamó "putas" y "zorras" a las dos víctimas. Una de ellas, la que recibió las patadas en la cabeza, terminó siendo atendida en Urgencias del Hospital Comarcal,donde los médicos certificaron los numerosos hematomas que presentaba. En la denuncia, las familias hacen especial hincapié en la actitud de los docentes que estaban de vigilancia en el patio cuando se produjo la pelea y que "no hicieron absolutamente nada para evitar este incidente", según la denuncia. De hecho, las víctimas tuvieron que ser auxiliadas por otras menores. Además, señalan que el jefe de estudios, además "en vez de tomar las medidas necesarias y llamar a una ambulancia" para prevenir daños mayores, le dijo a la víctima que recibió la brutal agresión que se personase en su clase sin más protocolo. Las dos niñas agredidas pidieron al jefe de Estudios que llamara a sus madres tras lo ocurrido, pero éste "hizo caso omiso a tal solicitud" pese a que el hermano de la agresora, delante de él, amenazó a las niñas en lengua bereber diciéndoles que las iba a reventar. Además, añadió: "No creas que esto se va a quedar así". Dada la gravedad de la situación, las familias piden una orden de alejamiento de la agresora hacia las dos víctimas. Además, según consta en la denuncia, no han podido aclarar a la Policía si en el instituto existen cámaras que hayan podido grabar la agresión.