-
La víctima fue intimidada ante sus hijos. Por error, el auto invirtió el nombre de denunciante y denunciada
Una mujer acusada de haber quebrantado una orden de alejamiento de otra a la que había amenazado se enfrenta al pago de una multa de 20 meses a razón de 10 euros diarios, lo que suma en total 6.000 euros.
Los hechos se remontan a mayo de 2013. Fue en ese momento cuando la acusada, que responde a las iniciales F. M., se dirigió a la denunciante, S. A., cuando ella acababa de recoger a sus hijos en el colegio. “Te voy a hacer la vida imposible, voy a ser tu pesadilla”, le espetó delante de los niños.
Denuncia
S. A. presentó una denuncia contra F. M. Días después, esta última se encontró con la víctima en una cafetería y le propuso pagarle para que quitara la denuncia. S. A. no le dio una respuesta y abandonó el lugar en dirección a su domicilio. Una vez allí, según relató en el juicio celebrado esta semana en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, la acusada se presentó y aporreó la puerta reiterando las amenazas.
Cabe destacarse que, cuando un juzgado de la ciudad dictó una orden de alejamiento contra F. M., un error causó que se invirtieran los nombres al redactar el auto y que fuera S. A., en lugar de F. M., la que aparecía como denunciada en esta causa.
No obstante, el error pudo subsanarse y, tras volver a recibir amenazas S. A. por parte de F. M., ésta fue nuevamente denunciada, en esta ocasión por quebrantar la orden de alejamiento.
Detenida por otra causa
La acusada compareció en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 2 escoltada por dos efectivos de la Policía Nacional, pues había sido encarcelada por otra causa ajena a la que fue objeto de este juicio. La inculpada se acogió a su derecho a no declarar, por lo que fue la denunciante la única que testificó ante la juez.
El Ministerio Fiscal mantuvo su acusación y su petición de pena al considerar probado que F. M. quebrantó la orden de alejamiento y volvió a aproximarse a la víctima. Así, de ser condenada, la inculpada debería abonar la multa de 6.000 euros reclamada por la fiscal.