El Melilla Sport Capital cayó ante CB Almansa con Afanión por un 69-84. Los azulinos sufrieron en exceso con las pérdidas y los rebotes ante el mayor ímpetu de los visitantes. El mejor de los azulinos fue Álex Mazaira con trece créditos de valoración.
Comenzaba mandando el Melilla Sport Capital en los primeros compases del duelo que le enfrentaban a CB Almansa con Afanión. Poco le duró la alegría a los de la ciudad autónoma que cometían numerosas perdidas que hacían que los almanseños se pusieran rápidamente por delante. La entrada de Van Oostrum y Gorgemans dieron un impulso a los de Arturo Álvarez que mucho más verticales al aro se imponían al final de los primeros diez minutos. (22-19).
Los azulinos conseguían dominar el rebote y correr, pero insuficiente para marcharse en el electrónico a pesar del acierto exterior de los locales (29-27). Además, comenzaban los problemas de faltas en el juego interior azulino con la tercera falta personal de Barro con casi siete minutos de primera parte en juego. El Decano volvía a las andadas con las pérdidas y varias consecutivas obligaban a Arturo Álvarez a parar el choque a 3:30 para el final del segundo acto y con CB Almansa con Afanión mandando ya en el marcador (32-33). No reaccionó el equipo, que se fue al descanso con catorce perdidas en su haber y siete puntos abajo en el electrónico (38-45).
A la vuelta de vestuarios, Devon se echaba el equipo a la espalda. Sus puntos e intensidad defensiva hicieron que los azulinos se acercaran a un punto (48-49) tras cinco minutos de cuarto. Melilla había mejorado en las perdidas, pero se encontraba de frente con los problemas en los tableros a la hora de rebotear y defender, lo que permitía canastas fáciles de los manchegos para abrir de nuevo una pequeña brecha en el marcador (54-57). El Decano, como vulgarmente se dice en ciclismo, hacia la goma y con cinco puntos consecutivos de Rakočević se acercaba de nuevo a los almanseños (56-57). El cuarto terminaba con empate a 60 puntos.
El equipo lo intentaba, pero con un nulo acierto de cara al aro, no llegando a culminar nunca la remontaba. A 7’ para el final, el Decano perdía por 8 puntos (62-70), con malas sensaciones y con Arturo Álvarez solicitando tiempo muerto. La diferencia se marchaba a los diez puntos y tocaba épica de nuevo. Esta no llegó y el equipo acabó cayendo por 69-84.