La Policía Nacional cerró ayer en dos ocasiones el puesto fronterizo de Beni Enzar para frenar la aglomeración de porteadores.
Aunque los cortes fueron casi simbólicos, sigue siendo preocupante que a estas alturas sigamos sin encontrar una fórmula (que no sean los cierres forzosos) para mantener el tráfico ordenado en la frontera con Marruecos.
Da la impresión de que hoy estamos en el mismo punto donde nos encontrábamos en octubre de 2013 o en julio de 2014.
Entre medias ha habido una remodelación ‘millonaria’ del paso fronterizo, un desvío del comercio atípico hacia Barrio Chino... pero seguimos igual.
Ahora sólo tenemos por delante la esperanza (y la promesa) de que cuando el principal paso fronterizo de Melilla sea una frontera inteligente, las cosas irán mejor.
Una buena parte de la economía de esta ciudad depende del comercio fronterizo y la asociación de empresarios de la frontera, Acsemel, aseguró ayer a El Faro que Barrio Chino está “peor que nunca”.
Este periódico ya advirtió el pasado 25 de octubre de que los ‘contrabandistas’ estaban liquidando ‘stock’ y pagaban hasta el triple a los porteadores para liquidar sus productos. Esta situación está colapsando la carretera que pasa frente al colegio del Real. Dos semanas después todo sigue igual. Nada ha cambiado.
Lo que sí ha mejorado es justo reconocerlo, es la situación de los vecinos de Tiro Nacional que denunciaron a El Faro el abandono de su barrio.
Este periódico ha podido comprobar que ya se han colocado pasos techados para evitar la caída de cascotes en la entrada del edificio Averroes que perdió su fachada a trozos por la baja calidad de la obra ejecutada por la constructora Dragados, según el informe elaborado por la Ciudad.
Aún queda mucho por hacer en esa zona, pero se continúan reparando barandillas y se sigue limpiando la zona.
También ha mejorado la limpieza de la calle Margallo, cuyos vecinos denunciaron a El Faro el estado de dejadez en que se encontraba. Otro caso resuelto. La adjudicataria del servicio público de limpieza ha tomado buena nota y nos alegramos por ello.