Pedro Conde vive un sueño de Primera División. La categoría en la que no pudo debutar en España, está a sus pies en Grecia, donde es el segundo máximo goleador del campeonato en las filas del PAS Giannina, un club que alcanzó competiciones europeas la temporada pasada y que acoge al delantero cordobés de moda en el torneo heleno.
Es la primera vez que Pedro Conde sale de España para jugar al fútbol. Muchos de los jugadores que se buscan la vida fuera tienen amplio bagaje vital en más de un país. Pero Pedro Conde hizo hace meses por primera vez las maletas internacionales para llegar a una ciudad, Ioannina, ubicada al norte del país, cerca de Albania y a 400 kilómetros de Atenas. Allí convive con otros dos españoles que forman parte del Giannina. Nóe Acosta y Fonsi son un par de trotamundos del fútbol español que se han hecho un hueco en Grecia. Ellos, al principio, fueron fundamentales para Pedro, que se apoyó en sus traducciones para entender las órdenes de su entrenador, Giannis Petrakis.
"Al principio no me enteraba de nada. Me traducía Noé, que sabe griego. El entrenador me decía cosas y jugaba como sé y como creo que es lo mejor. Ahora por los gestos y algunas palabras que pillo en griego, más o menos me entero. Si de algo no me entero, entre los dos me traducen. Sé algunas palabras, saludar y poco más. Inglés sí me defiendo, puedo tener conversaciones con cualquier persona". Así aterrizó Pedro Conde en Grecia. Después de firmar una gran temporada en Segunda B con el Mérida, club para el que marcó 17 goles, llegó una oferta inesperada de un equipo que iba a disputar la fase previa de la Liga Europa. Aunque sobre la mesa se esperaban equipos de Segunda División, no se lo pensó e hizo las maletas. Europa era un gran escaparate.
¿Pero quién es Pedro Conde aparte de ese delantero que suma cinco goles en siete partidos disputados de la Liga de Grecia? ¿Quién es ese hombre que llegó a encabezar la lista de máximos anotadores durante una semana hasta que apareció el jugador del Olympiakos Ideye Brown para quitarle ese honor? Pedro Conde es una persona que ha luchado muchísimo por abrirse un camino en el mundo del fútbol. Nacido en Córdoba hace 28 años, su familia tuvo que hacer sacrificios pronto para que pudiera entrenarse en las categorías inferiores del club de su tierra.
"Jugaba en mi pueblo, siempre estaba con un balón en la calle. Cuando tenía diez años se fijaron en mí para las categorías inferiores del Córdoba. Lo hablé con mis padres, no pusieron ningún problema. Mi madre trabaja en el campo y mi padre en una fábrica. Era difícil que me llevaran a Córdoba. Se iban a sacrificar en ese aspecto y ellos me dijeron que no dejara mis estudios pasara lo que pasara en el fútbol. Esas fueron las condiciones", dijo a EFE. Así empezó todo. Su padre, un trabajador normal, sacando tiempo para escaparse de la fábrica y llevar a su hijo todos los días a Córdoba. Su madre, en el campo, haciendo un esfuerzo diario para salir adelante. Y, así, hasta que a los 10 años pudo coger una ruta de autobús que le dejaba en Córdoba dos horas antes del entrenamiento. Solo, después de clase y "comiendo como los pollos", cada día fue persiguiendo un sueño con kilómetros arriba y abajo y largas esperas pacientes hasta poder dar patadas a un balón. Poco a poco llegaron las recompensas y Pedro Conde jugó en el segundo filial del Atlético de Madrid, en el Jaén y en el Pozoblanco, dos sitios en los que sufrió impagos, en el Granada B, en el Alcoyano, en la UD Melilla y en el Mérida.
Y, de ahí, a Grecia. Años de un lado a otro hasta terminar en una ciudad en la que llueve mucho y apenas ve el sol pero que vive el fútbol con una pasión inusitada. A Pedro, desde la segunda semana, ya le paraban en la calle. Y, desde que marcó un triplete al Larissa, el primero después de 40 años en el club, es un ídolo. "Llevaba un par de semanas y no tenía piso y estaba en un hotel. Fui a comer a un bar y no pararon de pedirme autógrafos. ¡Sólo llevaba quince días allí!". "El año pasado, cuando se metieron en la Liga Europa hicieron una cena y luego la plantilla se dio una vuelta. No pudieron estar tranquilos con muchas fotos y autógrafos. Esto tiene 180.000 habitantes y no a todos les gusta el fútbol. Pero a la gente que le gusta, es impresionante la afición. Te reconocen enseguida", dijo.
Pedro Conde firmó un contrato de tres años con el Giannina. De momento, las cosas van sobre ruedas. Marca goles, su equipo va tercero en la Liga y está feliz en una ciudad que le ha acogido con los brazos abiertos.
Pero para el futbolista cordobés, que un día espera reunirse con su novia y su familia a los que echa de menos y que no tiene prisa por regresar a España, su momento de éxtasis semanal llega cuando marca un gol y lo celebra señalando al cielo. La dedicatoria, es especial. "Siempre que meto gol pienso en mi abuelo y en mi tío. Sobre todo en mi tío. Falleció cuando yo tenía cinco años. Murió muy joven, por una enfermedad, con 23 años. Recuerdo que me llevaba a los campos de fútbol, tenía siempre un balón en las manos", explicó.
"Aunque no me haya enseñado mucha táctica o a moverme, me ha influido muchísimo. Respecto a todas las tácticas y posiciones del mundo, esas ganas de que su sobrino fuera futbolista, me las transmitió y prevalece sobre todas las tácticas del mundo", apunta.
Ese es Pedro Conde. Uno de los delanteros españoles más en forma de todos los que juegan por Europa. Pero también una persona humilde, trabajadora, con valores y que hace meses dejó la ciudad romana de Mérida para entrar en el Olimpo de los dioses griegos.
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