Noventa alumnos del CEIP León Solá recorrieron ayer el coso melillense
No les faltó un rincón. Noventa alumnos del CEIP León Solá recorrieron ayer las diferentes dependencias que conforman la plaza de toros: desde la presidencia, hasta los toriles, pasando por las cuadras, el quirófano y la capilla, entre otros lugares.
Los encargados de acompañarlos durante la visita fueron veinte alumnos del curso de azafatas que se está desarrollando en la plaza de toros y en el que participan menores tutelados por la Ciudad, que están aprendiendo a ser guías de la Mezquita del Toreo.
Desde la plaza de toros, que indicaron a El Faro que los pequeños se fueron muy contentos después de haber disfrutado de una mañana muy entretenida y amena, se agradeció al centro escolar la visita a este edificio monumental, del que recordaron que forma parte del conjunto histórico artístico de Melilla.
La visita duró una hora y después, los pequeños pudieron disfrutar de unos castillos hinchables que se instalaron en el ruedo, y de varios juegos, como pintacaras, entre otros.
Mañana de visitas
Antes de recorrer la plaza de toros, los alumnos de este centro también habían visitado el CEIP Velázquez para conocer su biblioteca y otras instalaciones.
Según detalla Elena Ortells, una de las profesoras del CEIP León Solá que participaron en la visita y coordinadora del programa de biblioteca de este centro, la jornada fue “fenomenal” para los niños porque pudieron descubrir un monumento más de la ciudad, del que dijo que es “digno de ser conocido”, con independencia de si se es taurino o no.
La dependencia que más impresionó a los pequeños del CEIP León Solá fue la enfermería, a pesar de ser uno de los habitáculos más pequeños de la Mezquita del Toreo. La docente explicó que a los chicos les llamó mucho la atención porque no entendían para qué eran necesarias unas instalaciones de este tipo en un plaza de toros.