El presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda, ha dado por fin una rueda de prensa para alinearse sin ambages junto a la mayoría de barones de su partido que han reclamado al actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que se presente a las primarias del partido para suceder a Pablo Casado.
En política, retratarse es muy arriesgado. Ahí está lo que le pasó al presidente de Murcia, el 'inmaduro' Fernando López Miras, que demasiado pronto se posicionó junto a su amigo, mentor y protector, el también murciano Teo García Egea, y cuando las cosas se le pusieron cuesta arriba a Casado tuvo que cambiarse de bando y pedir lo que pedían todos: un congreso extraordinario.
Su resbalón sin dudas lo utilizará la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, bautizada por la prensa local como la Ayuso murciana, si finalmente se decide a disputarle las primarias a López Miras, en la única comunidad española donde en 2019 Vox fue la fuerza política más votada.
Cuenta la prensa afín a Teo García Egea que éste ha dimitido, pero advierten de que sigue enganchado al teléfono, buscando apoyos. Un murciano no se da por vencido nunca. Si finalmente no da la sorpresa es porque realmente es humanamente imposible sacarse un As de la manga. Sería ingenuo pensar que estamos sólo ante el pataleo de los ahorcados.
Pase lo que pase, Imbroda ha hecho bien en retratarse con luz y taquígrafos. No se equivocó cuando apostó por Soraya Sáenz de Santamaría. Pagó su precio, es cierto, pero el tiempo le ha dado la razón. Casado no era lo mejor para el PP y lo ha demostrado con creces.
Desde el entorno de Feijóo han dicho que no está en sus planes poner patas arriba las direcciones territoriales del PP después del terremoto que ha vivido Génova. Eso significa que ciudades uniprovinciales como Melilla no están ni en sus pensamientos ni en sus oraciones. Ahora lo que preocupa al dirigente gallego y a su círculo más cercano es encontrar la fórmula para poder enfrentarle a Pedro Sánchez en las sesiones del Congreso.
Feijoó tiene en mente recuperar la generación que borró del mapa Teo García Egea; quiere rescatar ex secretarios de Estado, ex ministros... en fin, quiere vender gestión y templanza. Quiere apostar por la experiencia y ahí es donde Imbroda podría renovar sus votos como presidente del partido en Melilla. Después de 20 años en el Gobierno y tres en la oposición, algo habrá aprendido, digo yo.
Según avanza el círculo cercano a Feijóo, la fórmula elegida es la de nombrar al presidente gallego como senador autonómico y además ponerlo al frente del Grupo Popular en el Congreso. Se ve que han hecho consultas jurídicas y dan por sentado que cabría la posibilidad de presidir el grupo parlamentario siendo senador.
Si Feijóo entra en el Senado, Imbroda tiene una oportunidad de oro para codearse con el jefe y convencerlo de que un cambio en el PP de Melilla después del terremoto de Génova puede ser contraproducente. De su poder de persuasión depende su futuro.
Feijóo no tiene complejos con el pasado o los rumores. Ahí está José Luis Baltar, que dejó en herencia a su hijo, José Manuel Baltar Blanco, la presidencia del PP en Ourense sin que Feijoó pestañeara y a pesar de las gravísimas acusaciones que han salido a relucir sobre ambos. A Feijoó, en este caso, le pudo la certeza de que con el clan Baltar tenía asegurado un buen resultado en las urnas. Las mayorías no admiten discusión. Otra cosa es que no vea claro que el PP pueda ganar en Melilla.
Con estos truenos, Imbroda haría bien en vestir de 'renovación' su candidatura. Con las mismas caras, él seguirá siendo cuestionado para presentarse como cabeza de cartel en las municipales. Tiene que empezar a mover ficha porque José Miguel Tasende tiene claro que con el PP de toda la vida no le interesa pactar un Gobierno de coalición.
No obstante, habría que tener en cuenta cuáles son las prioridades de Imbroda. Igual no le interesa darle alas a Vox en Melilla, porque eso sería, a todas las luces, cavar su propia tumba.
A juzgar por su mano tendida en el pleno del Debate del Estado de la Ciudad, el popular podría estar coqueteando con CpM, que según las encuestas será el partido más votado en Melilla en las próximas autonómicas.
Los de Aberchán salen escaldados de la coalición de izquierdas. La mala gestión de la pandemia, la crisis sanitaria de la rabia o las meteduras de pata de sus socios de Gobierno les salpican, por más que quieran distanciarse.
El tripartito ha pecado de ingenuo al dejar en manos del Presidencia la Comunicación, una cartera que en muchas comunidades tiene rango de secretaría general y más empleados que parados hay en la cola del SEPE.
Ningún Gobierno escatima en la contratación de periodistas porque es imprescindible que la gestión llegue al ciudadano y para ello, lo normal es que todas las consejerías tengan entre dos y tres periodistas enviando una o dos notas de prensa al día a los medios; actualizando las redes sociales, compartiendo fotos y adelantando previas de lo que llevarán a los Consejos de Gobierno o a las reuniones en Madrid.
Esa rutina no existe en Melilla. Doy por hecho que ni siquiera saben de lo que hablo. Por eso lo que trasciende del tripartito no es precisamente el día a día de los consejeros y las noticias positivas. Es lo que tiene subestimar la comunicación institucional que debe, ante todo, anticiparse.
Si un consejero va a Madrid a una conferencia sectorial, el día antes debe haber previa en los medios, adelantando el orden del día y los puntos que va a presentar Melilla en la reunión. Pero aquí, los que trabajan no tienen tiempo para informar. Por eso su gestión no llega a la gente o llega distorsionada, para bien o para mal.
Imbroda tiene ahora una oportunidad de oro que no podía imaginarse ni en sus mejores sueños. Palomitas, que esto empieza ahora.
¿Hay alguien en el PP de Melilla capaz de rescatar un partido que sea de todos y no de unos pocos?
Solo cabe manifestarse en las puertas de la Sede de Roberto Cano y sacar a la luz la sinvergüencería de Imbroda y los pocos apoyos que le quedan. Ahora viene con que apoya al gallego, ¿Para qué? Más continuismo.
La situación en el PP de Melilla es insostenible. Otros apellidos que no sean Imbroda, Acedo, Marín, Velázquez, Donoso, Fadela Mohatar o Quevedo son posibles.
Alguien serio debe tomar las riendas del PP en Melilla. Renovación Ya.
No volverá a gobernar el PP de Melilla. O se renueva o o volverán a gobernar y seguirán en la oposiicion como están ahora mismo.