Prodein y APDHA creen que esta política empuja a los subsaharianos a arriesgarse en pateras.
Prodein y la Asociación Andaluza Pro Derechos Humanos (APDHA) están convencidos de que detrás del parón en los saltos a la valla de Melilla está la legalización de las ‘devoluciones en caliente’. Según ha explicado a El Faro el portavoz de Prodein, José Palazón, en el Gurugú quedan muy pocos inmigrantes que se han asentado por zonas cercanas a Mariguari y Farhana, pero que no tienen intención de saltar la valla. Muchos de ellos, añade, trabajan en Nador o han recibido remesas familiares y están dispuestos a pagar los 1.500 euros que les cuesta subirse a una patera. Por su parte, Diego Boza, abogado de APDHA, comentó ayer a este periódico que las ‘devoluciones en caliente’ empujan a los inmigrantes a arriesgar la vida aún más y a subirse a una patera para cruzar el Mediterráneo y llegar a las costas de la península. Prodein añade, también, el papel de la “violencia del Ejército marroquí” en el hecho de que los inmigrantes subsaharianos desistan de saltar la valla por el peligro que representa para sus vidas sortear la alambrada por Melilla. “Se han marchado a zonas del interior de Marruecos como Seluán y Segangan, a unos 30 kilómetros de la ciudad”, recalcó. El pasado 31 de marzo, el Boletín Oficial del Estado publicó la nueva Ley de Seguridad Ciudadana (conocida como ley mordaza), que legaliza las devoluciones sumarias de inmigrantes que saltan la valla de Melilla bajo la figura de los “rechazos en frontera”.