El catedrático de derecho penal por la Universidad de Málaga (UMA), Octavio García Pérez, se ha desplazado a Melilla este jueves 11 de diciembre para impartir la conferencia 'El papel de la extranjería en la justicia juvenil. Abordamiento del papel de las chicas'. Una ponencia que debía haberse realizado el pasado mes de abril dentro del curso de primavera de la UNED Melilla, que este año llevó por título Discriminaciones en el tránsito de mena a adulta inmigrante en España y que estuvo coordinado por la profesora-tutora del centro en Melilla, Marisa Escámez.
El Faro ha conversado con este experto acerca del papel de los menores en la Justicia o sobre cómo prevenir la delincuencia juvenil.
-¿Sobre qué versa su conferencia?
-Mi conferencia trata sobre el papel de la extranjería en el sistema de Justicia Juvenil. Tendría que haberla dado en abril, pero por razones de salud no pude venir.
-En cuanto a la cuestión de los menores extranjeros no acompañados ¿También está en su conferencia?
-Sí, básicamente trato sobre lo que no sabemos, que es casi todo. Apenas hay investigaciones sobre los menas en el sistema de Justicia Juvenil y, dentro de los menas existe aún menos información sobre el papel de las chicas, pues al ser muy pocas, apenas conocemos nada sobre ellas en este terreno.
-Nuestra ciudad es un caso particular por su ubicación geográfica ¿Trata también la cuestión de Melilla en su conferencia?
-Siempre hablo con datos nacionales, pero en general la realidad aquí es distinta. En Melilla el colectivo de personas de origen extranjero es distinto a cómo puede ser en otros puntos de la península, eso es un hecho. No obstante, la respuesta debe ser la misma en todos los lados.
-¿Cómo se está abordando actualmente el papel de las menores en la justicia juvenil?
-Directamente yo diría que no se está abordando. Cuando se habla de delincuencia juvenil, se habla de delincuencia de chicos. Es bien sabido que, porcentualmente hablando, la delincuencia femenina es mucho menor que la masculina. Sin embargo, dentro de ese pequeño porcentaje, el de las chicas dentro del ámbito de la Justicia Juvenil es aún más pequeño.
Estamos hablando de cifras de condenados donde a lo mejor el 20 o el 22 % son mujeres, pero cuando hablamos de chicas de origen extranjero, las cifras son muy reducidas.
Por poner un ejemplo, en 2024 fueron 186 las menores de origen latinoamericano o africano condenadas por el sistema de Justicia Juvenil en todo el territorio nacional. El sistema piensa en el grupo de población mayoritario, que son los chicos y, al no ser rentable, no aborda el problema de las chicas en el sistema de justicia juvenil.
-Existe una percepción social acerca de que la Justicia es demasiado laxa con los menores ¿Cree necesaria una reforma que endurezca el sistema?
-Eso no es así. Permíteme otro ejemplo: Hay estudios que demuestran que las medidas más suaves son las más eficaces para un menor que ha sido condenado.
Estos estudios cuentan como buena parte de los menores que pasan por la sanción más grave, que es el internamiento, vuelven a delinquir. En cambio, cuando se aplican otras medidas más suaves, las tasas de reincidencia bajan muchísimo.
Esto demuestra que la lógica de que a mayor rigor mayor evitación de delitos no es cierta. Ningún estudio puede corroborar eso.
Lo que sí necesitamos es atender a los menores, porque muchos de ellos proceden del sistema de protección y habría que preguntarse por qué terminan en el sistema de justicia juvenil. A lo mejor tenemos que invertir más y contar con más personal especializado para trabajar con menores que viven en situación de riesgo o de desamparo.
- La edad penal actualmente son 14 años, pero hay quien habla de bajarla a los 12 años ¿Cuál es su visión al respecto?
-Si a cualquier persona le preguntamos si su hijo o hija de 12 años es una persona responsable de sus actos te dirá que no. No se pueden casar ni pueden trabajar, pero sin embargo, sí que decimos que pueden ser responsables penales.
Muchas veces se afirma que el sistema de protección no está haciendo lo que debe, pero lo que habrá que hacer en ese caso será reformar el sistema de protección.
Nadie trata a una persona de 12 años como a un igual. Sabemos que su formación todavía dista de lo que necesita, pues aún se está preparando para la etapa adulta. No los podemos tratar como niños para todo y como adultos cuando cometen un error. Aún están aprendiendo y cuando aprendemos, cometemos errores. Lo que hay que hacer es tratar que las familias y los colegios cumplan su papel.
También cabe destacar que tenemos un porcentaje elevado de menores que, lamentablemente, no tienen familia o las que tienen son como si no las tuvieran. Lo que hay que hacer en esos casos es tener buenos recursos, con personal especializado, para afrontar ese tipo de situaciones y evitar así situaciones complejas en el futuro. Más vale prevenir que curar para evitar situaciones complejas.
-Situaciones complejas como el asesinato de una trabajadora social en Badajoz por parte de unos menores en un piso tutelado ...
-Siempre discutimos la Justicia Juvenil con un cadáver encima de la mesa ¿Por qué el hecho de Badajoz es noticia? Porque es un caso muy raro. Si todos los días estuvieran pasando ese tipo de cosas, no sería primera plana de todos los medios de comunicación.
Es un hecho lamentable, eso nadie lo discute, pero lo que habría que investigar es qué había pasado anteriormente con esos chicos. Analizar el pasado para ver qué errores se han cometido, porque probablemente se hayan cometido errores.
En ese sentido, a mí me duele que se discuta la Ley de Justicia Juvenil por 4 o 5 casos tan lamentables, pero hay que recalcar que, afortunadamente, nuestros adolescentes no son así.
Son casos absolutamente excepcionales, donde seguro que acabaremos descubriendo que ha habido más de una cosa que no se ha hecho bien. Es ahí donde tenemos que ir, porque esas personas estaban en manos de la Administración ¿Cómo ha funcionado la Administración en ese caso? Seguramente descubriremos que con otras medidas, esto se habría evitado.
-¿Confía en un cambio de la situación actual de las menores en la Justicia Juvenil?
-Si hacemos lo que debemos, espero que así sea. Lo que no podemos es tener a personas en la calle. Eso en una sociedad como la nuestra es intolerable.
A veces lo que hacemos es encerrar la exclusión social y la vulnerabilidad, pero si queremos tener una sociedad más justa y con menos delincuencia, tenemos que invertir en recursos para, primero, sacar a los menores de la calle y segundo, mejorar las tasas de fracaso escolar y de absentismo escolar. Esos son factores que ayudarían a mejorar y a evitar futuros delitos.
Prevenir la delincuencia es una inversión más eficaz que intervenir una vez se ha cometido el delito. En cambio, si trabajamos antes evitaremos muchos problemas en el futuro. Hablamos de muchos problemas en términos económicos y en términos de sufrimiento social.








