“Ningún melillense vende tan bien Melilla como lo hago yo”

Merche es la fotógrafa amateur que más amaneceres ha retratado.

¿Saben quién es Mercedes Benítez Sánchez? Seguro que sí. Toda la ciudad conoce a esta mujer rubia que va siempre sonriendo por la calle mientras mira su teléfono móvil o hace una fotografía. ¿No les suena su nombre? Quizás si le cambian los apellidos y le abrevian el Mercedes les sea más fácil acordarse de ella. Esta mujer dicharachera, que siempre tiene palabras amables para la gente y que adora a los melillenses es Merche Melilla. Sus fotos de amaneceres salen cada dos por tres en los programas del tiempo de los informativos, sobre todo, el que presenta Roberto Brasero.  
Si alguna vez han estado en un acto de la Ciudad, la han visto. Su cámara se mezcla con las del resto de reporteros gráficos y periodistas de Melilla desde hace varios años. Aunque sin duda, Merche Melilla les resultará más familiar a través de su perfil de Twitter y Facebook. Entre todas sus páginas cuenta con 11.000 seguidores. Pero, ¿quién es esta mujer? ¿Por qué se dedica a hacer fotos de Melilla? Y sobre todo, ¿cómo tiene el ánimo de levantarse todas las mañanas al amanecer para retratarlo con su cámara?   

La historia
Mercedes llegó a Melilla hace 27 años con dos niños pequeños. Desde el primer día supo que esta ciudad era un tesoro. Vive enamorada de sus calles, de sus murallas, de sus gentes y por su puesto, de su luz. Ninguna ciudad de España tiene tanta luz y es tan hermosa como la de Melilla. Ni si quiera su Chipiona natal, un pueblo de Cádiz, al que vuelve siempre que puede.
Es cierto que no nació en Melilla, pero se siente una más de esta tierra. Ya quisieran muchos melillenses sentir el amor que ella le tiene a la ciudad. Esta pasión por una tierra que le ha permitido avanzar a nivel personal y profesional es lo que le ha llevado a promocionar Melilla por todos los medios que tiene.
“Ningún melillense vende tan bien Melilla como lo hago yo”. Afirma a El Faro. No es presumida, sólo dice la verdad. Sus fotos de la ciudad son retuiteadas por centenares de personas. Tiene mil un mensajes de ciudadanos que estuvieron en Melilla haciendo la mili y de gente que tenía aquí a algún familiar que han vuelto a saber de la ciudad gracias a sus fotografías.
Pero lo de ‘vender’ es casi innato para ella. Estuvo muchos años trabajando de charcutera en varios supermercados de la ciudad. De ahí que conozca a tanta gente. Se le daba tan bien su profesión que llegó a situar a las charcuterías en las que estaba entre las que tenían más ventas de toda España. Una Navidad llegó a vender catorce millones de las antiguas pesetas en jamones.
Para hace esto hace falta don de gentes y ser sincera. De nada le valdría tener tanta buena fama si luego fuera por detrás hablando mal de sus amigos y conocidos. Ella va de frente, tanto que a veces se tiene que morder la lengua para no echarle la bronca a alguien que la está criticando.

Un amor incondicional
Llegó con dos niños bajo el brazo y aquí tuvo a otro dos. Merche Melilla sacó adelante a su familia con mucho trabajo y esfuerzo. Tenía muy buenas notas en el colegio e incluso consiguió una beca, pero su madre no le dejó ir San Lúcar para continuar sus estudios. Así que fue en Melilla donde se sacó el graduado escolar. Lo consiguió en un año con mucho sacrificio y trabajando en un supermercado.
No es fácil cuidar de cuatro niños, trabajar y estudiar, pero ella encontraba los ratillos para sacar adelante su proyecto de vida. Con tan buenas notas acabó que su profesor la envió a la Formación Profesional para que continuara estudiando. Cuando presentó su solicitud sólo quedaban plazas para auxiliar de enfermería, así que se matriculó de este curso.
Todo lo que tiene y lo que ha conseguido en la vida, asegura, se lo debe a Melilla. Por eso se empeña cada día en vender la mejor imagen de la ciudad. Merche Melilla afirma que ya hay otras personas que se dedican a sacar las faltas o a denunciar los problemas de la ciudad.
No le da pereza levantarse temprano para hacer fotos de los amaneceres de Melilla. De hecho, le da vida coger su cámara, bajar al paseo marítimo y retratar ese sol, da igual por donde salga, incluso si está nublado.
¿Y qué saca ella de promocionar Melilla? Pues el cariño y el respeto de la gente de la ciudad. Eso ni lo consigue mucha gente ni se paga con dinero.

Merche Melilla tiene mil anécdotas sobre sus fotos, pero la más curiosa es la de una pareja que va a venir a casarse a la ciudad porque le encanta las imágenes de esta fotógrafa amateur. Se enamoraron de Melilla y cuando decidieron casarse pensaron que la ciudad sería un lugar perfecto para sellar este compromiso.
Meche tiene más historias que contar sobre sus fotos, como cuando algún amigo ha ido a recogerla al puerto de Motril porque sabía a través de su Twitter que se iba de viaje a la península.