Nada nuevo bajo el sol

• Cuando Sufian firmó el último contrato que le unía a la UD Melilla lo hizo sin saber lo que iba a ganar. Lo firmó por amor al equipo de su ciudad

Llama cuando menos la atención que unas declaraciones hechas por un jugador canterano como Sufian a este diario y la posterior reacción del club haciendo público un desafortunado comunicado intentando desacreditar al futbolista melillense haya generado la polémica que ha suscitado. Entre otras cosas ha servido para que algunos, como el gerente de la entidad, salga de la cueva para intentar justificar a través de las RRSS la actuación de un club que, a pesar de que a algunos le cueste reconocerlo, está subvencionado casi al cien por cien con el dinero de los melillenses. De igual forma, y con la misma arrogancia, el máximo mandatario de la entidad hace público por la misma vía que “haciendo lo mismo que los últimos 30 años conseguiremos los mismos resultados. Hay que tomar decisiones difíciles para ser más fuertes y mejores cada temporada”. Eso sí, en ningún momento dicen que el dinero lo van a poner de su bolsillo.

Decisiones difíciles

Parece que las decisiones difíciles pasan por cortar por lo más débil, es decir por los de casa. En este caso por el que menos apoyo pudiera tener y no precisamente entre la afición. Lo veremos en los próximos días cuando se den a conocer algunas de las renovaciones que parecen que ya están cerradas, pero que todavía no han salido a la luz pública a la espera de compaginarlas con la llegada de algunos de los “bombazos” que suele anunciar el presidente unionista en materia de fichajes. Momento que esperan muchos aficionados para saber de verdad qué proyecto tiene en ciernes el club para la temporada venidera y si verdaderamente Manolo Herrero “pinta” mucho o poco a la hora de confeccionar el plantel.

La reacción de la UD Melilla a las palabras de uno de los mejores jugadores que ha dado la cantera en los últimos tiempos no tiene parangón. ¡Y miren que las ha habido gordas! El comunicado que hizo público la entidad que preside Luisma Rincón está hecho desde el rencor, y da la impresión que por alguien que lleva muy poco tiempo no solo en el club si no en la ciudad. Alguien que no ha sabido calibrar unas palabras que expresan un estado de ánimo. Para Sufian el final de temporada supuso una auténtica liberación. Nadie, salvo el propio futbolista, ha podido sentir lo que ha sentido en un vestuario en el que visto lo visto pocos van a atreverse a hablar. Aún así hay compañeros que han hablado y han dejado claro la calidad de Sufian tanto deportiva como humana. ¿Es que no ha habido nadie en esa directiva que haya valorado siquiera las ocho temporadas que el melillense ha defendido el escudo del club? ¿Qué mensaje, además de al vestuario, le está enviando el club a la cantera? ¿Es ese el trato que merece un canterano por expresar cómo se ha sentido?

Sufian Mimun

Para más inri resulta que el club trata con tal desprecio a un jugador como Sufian, que cuando firmó su último contrato que le unía a la UD Melilla lo hizo sin saber lo que iba a ganar. Lo firmó por amor al equipo de su ciudad. Lo de menos era el tema económico y de eso fuimos testigos muchos aficionados. Sufian acudió a la llamada de socorro del club, que atravesaba unos momentos altamente delicados en la parcela económica. Esa es la actitud que tenían que haber valorado en el jugador canterano, pero ¿saben qué? Pues que ninguno de los actuales dirigentes estaban en aquél momento en el club. Ni siquiera el gerente que afronta su tercera temporada como tal y no la segunda como el resto de la directiva actual.

Sufian fue claro y además de expresar su sentir puso nombre y apellidos al que considera el principal culpable de lo que está ocurriendo en la UD Melilla, señaló al actual gerente de la entidad, al segoviano David Torices Dupi. Opinión que comparte buena parte de la afición y que pudo comprobarse en el último partido de Liga en el que un grupo de aficionados pidió a gritos su dimisión.

El gerente de la entidad salta a la palestra para manifestar la situación actual de la cantera azulina. Dice que hace unos años la UD Melilla no tenía ni categorías inferiores. Una mentira y de las gordas. La UD Melilla en mayor o menor medida siempre ha tenido categorías inferiores, entre otras cosas porque el Reglamento de la RFEF obliga a tener equipos dependientes en determinadas categorías.

Es cierto que la actual situación de las categorías inferiores de la UD Melilla dista mucho de lo que fueron en la temporada 2001-02 con Francisco Benitez Muñoz de presidente y Modesto Aznar de vicepresidente. Esa temporada quedará enmarcada en los anales de la historia del club azulino porque ha sido la única en toda su historia en la que además de tener equipos con protagonismo destacado en todas las categorías -y por partida doble con el Atlético Melilla- tuvo todos los escalafones cubiertos al tener equipos dependientes tanto en Tercera División y como en Liga Nacional Juvenil. Hecho con el que imaginamos sueña la actual directiva y que consiguió la UD Melilla precisamente en una temporada muy delicada en la que la directiva de entonces tuvo que optar por retirar al equipo de Tercera División de la competición tras la novena jornada a pesar de los buenos resultados debido a que la Ciudad Autónoma, en uno de los mayores errores de bulto cometido hasta ahora, decidió no conceder la subvención prevista al representante melillense en dicha categoría.

Categorías inferiores

Después llegaron otros tiempos en los que las categorías inferiores es verdad que tendrían menos protagonismo, pero personas válidas se encargaron de que siguieran existiendo y entre ellos gente cercana a la actual directiva como Juan Moya, Quique Alonso o Álex Fernández. Así hasta que hace tres temporadas, al César lo que es del César, y de la mano de Cristóbal Sánchez Sampalo, Fernando Currás y Nacho Aznar como coordinador, las categorías inferiores volvieron a resurgir de sus cenizas. Los anteriores dirigentes crearon la escuela de porteros “José Luis Montes” y la escuela “Quique Alonso”. Es una manera de reconocer el trabajo de los anteriores y bien haría el club en mantener e incluso mejorar lo que se ha encontrado, pero nunca arrogarse el mérito de otro..

Por cierto hace referencia el gerente a jugadores canteranos como Totó, Quique, Munir, Balbuena y muchos más como José Carlos, Yamal, Francis, Orta, etc... entre otros. Jugadores a los que no le regalaron nada, pero que tuvieron la suerte de encontrarse con gente valiente que no le tembló el pulso a la hora de apostar por la gente joven. ¡Qué tiempos! Camacho hablaba de la cantera del Real Madrid, una cantera que se sustenta con los mejores jugadores de España. ¡Vaya ejemplo! Solo voy a recordar unas palabras de Ginés Meléndez, alguien que sabe de qué va esto: “Cuando se abandona la cantera, el fútbol muere”.

Habla de los minutos acumulados por Braim en Tercera División, pero solo hace referencia a los minutos acumulados en la última temporada en Segunda B no a las dos restantes, para destacar el acierto en enviar a jugadores como el citado o Borja López. Y como no podía ser de otra manera ambos demostraron que la Tercera División se les queda pequeña y que lo hicieron el curso pasado con ellos fue, sencillamente, retrasar su progresión y adaptación a una categoría en la que de seguir así no habrá representación melillense en el equipo pagado por los melillenses.

Presidente azulino

En cuanto a lo expresado por el presidente Luisma Rincón en su cuenta oficial de twiter en relación a lo anunciado al inicio de este artículo, solo cabe recordar que lo que van a hacer este año es lo mismo que ya se ha venido haciendo en los 30 años anteriores en los que ha habido plantillas como poca representación de canteranos y otras más equilibradas. Hasta ahora nunca ha habido un plantel integrado solo por jugadores melillenses. Eso es algo que tratan de vender para confundir a la afición. No se trata de que no vengan jugadores de fuera, se trata de que vengan los mejores para complementarse con los de casa que tengan cualidades para jugar en Segunda B. No se trata de que jueguen porque sean melillense como quieren vendernos, se trata de no cerrar la puerta a los que pueden llegar a ser grandes profesionales de este deporte y que sirvan de escaparates a los que vienen por detrás. Lo verdaderamente diferente sería que el club se gestionara con capital privado. Eso sí sería distinto a como viene siendo en los últimos 30 años. Pero estoy seguro que si eso fuera así, ya habrían dado el tijeretazo donde verdaderamente hay que darlo y no donde lo han venido dando.