Aberchán dice que “por un proyecto de ciudad” pactaría con cualquier formación

–¿Qué es para usted la política?

–Hay dos conceptos de política. Uno que es fácil, que es todo, toda la actividad que hace el ser humano desde que nace y hasta que fallece está sujeto a la acción política y, obviamente, es una definición incuestionable, porque todo depende de la gestión del ser humano y esta es política. La segunda cuestión, concentrándonos en el lugar, en las circunstancias y en el día a día, pienso que es un servicio público. Creo que es una capacidad de sacrificio por parte del representante público para servir al pueblo. Todo lo que sea aparte de esa definición me parece que es una desviación anómala de lo que debe ser la política.

–¿Cómo decidió incursionar en la política?

–Yo nací en esta tierra, me formé en esta tierra, me fui a cursar mis estudios universitarios, mi profesión que es la de médico; después mi especialidad que es cirujano. Trabajé en un pueblo que es Baza, estuve como máximo responsable en cirugía durante varios años, y cuando vine a mi tierra, que tenía necesidad de venir porque tenía a mi mujer, mis hijas, mi familia, mis padres... Vi que era muy necesario dar un paso a la vida política, puesto que los grandes desequilibrios que acontecían en nuestra ciudad, allá por entonces con recursos que no tenemos ahora, eran muy notorios.

–Es médico cirujano, ¿cómo compagina su profesión con el quehacer político?

–Muchas veces me dicen que cuando entro en mi actividad normal de quirófano, que aparentemente puede dar la impresión de que es una zona de mucho estrés, es el lugar de relax, es el lugar donde yo me encuentro conmigo mismo, con mi profesión, con el amor que le tengo a mi profesión y eso me fortalece a la hora de compaginar, cuando salgo de quirófano, con la vida política.

–En todos estos años ha tratado a muchos pacientes ¿Cuál ha sido el caso que más le ha impactado y por qué?

–Son muchos, son muchos, generalmente en la urgencia. Yo prácticamente llevo 35 años de profesión y he visto tantos casos que hacer uso de la memoria para definir alguno sería no injusto, sino no correcto. Pero le voy a poner dos ejemplos muy claros, uno reciente que fue un chico joven y que prácticamente estaba en shock por una herida por arma blanca, que perforaba pulmón, hígado, páncreas, estómago y que estuvo a punto en las 72 horas siguientes de fallecer; hoy gracias a Dios está viviendo de forma muy confortable y muy saludable. Y el otro fue un paciente que sufrió una tortura, operamos en una urgencia y también está afortunadamente bien. Los casos que aparecen por urgencias son los que generalmente suelen dejar huella en la memoria.

–¿Cómo siente que lo perciben los melillenses?

–Le seré sincero, yo tengo la sensación de que hay un conocimiento de Aberchán en la lejanía de ser una persona nociva para esta ciudad; y hay una impresión en la cercanía donde piensan que Aberchán es una persona bondadosa y que sacrifica su vida personal, privada, muchas veces, para el servicio público, eso despierta dos tipos de sentimientos, el amor y odio que caracteriza en esta vida a todas las criaturas de Dios.

–¿Quién es Mustafa Aberchán?

–Mustafa Aberchán es una persona normalita, sujeta a virtudes y a defectos, que habitualmente suele aprender de sus cicatrices y de las heridas y que en ningún caso las cicatrices han condicionado en mi personalidad un sentimiento perverso de rencor. No soy de esas personas. Soy persona que me cuesta muy poco olvidar y me cuesta muy poco perdonar y me gusta que me perdonen.

–¿Cuál es la Melilla con la que sueña?

–La Melilla con la que sueño es el proyecto de CpM. Es un proyecto donde el protagonista principal es el joven, como no podía ser de otra forma, por dos motivos, en cualquier sociedad el joven es el elemento fundamental para determinar las generaciones que puedan venir para garantizar el bienestar, el motor económico, pasa por allí, por un joven con ilusión, con esperanza, con formación, con dedicación, con responsabilidad y comprometido con el esquema y la estructura de la acción de Gobierno. Y el otro motivo es porque lo peor que tenemos en circunstancias sociales, culturales y políticas es el sector de la juventud. Si usted lo compara con lo que está pasando con el territorio peninsular, pues en esta ciudad los jóvenes llevan una carga añadida de 10 o 12 puntos más de paro que la media nacional. Los jóvenes que no se han formado y que no tienen trabajo, tienen 14 puntos más que la media nacional y esta es la ciudad que más genera jóvenes que se van al territorio europeo o a otros sitios. Eso es un elemento muy triste a la hora de hacer una reflexión y que debe condicionar a la hora de hacer un proyecto y a nosotros nos ha condicionado.

–Como político ¿Qué significa para usted Juan José Imbroda?

–Juan José Imbroda es una persona que yo conozco desde hace mucho tiempo, no es una persona para mi novedosa. Cuando yo le tengo que contestar algunas cosas, que le digo cariñosamente ‘al abuelo porreta’, porque no se puede decir algo contrario a lo que piensa cuando él dice que ‘Aberchán es muy nefasto para esta ciudad’, pretende engañar al pueblo circunstancialmente, políticamente, de cara a la galería . ¿Por qué digo esto? Porque él sabe, él conoce a Aberchán, trabajó con él, él trabajó conmigo, tuvimos responsabilidades de Gobierno conjunto y siempre yo recuerdo que la mejor época de gestión del pueblo de Melilla fue cuando conformamos un gobierno cuatro partidos políticos, quitamos al PP de la acción de Gobierno y entre los cuatro partidos políticos competíamos en el día a día en quién iba a dar el mejor servicio a los melillenses, porque cada uno tenía su seña de identidad y yo recuerdo las opiniones que decía Juan José Imbroda, que están en la hemeroteca, decía, ‘Aberchán es un muy buen gestor en política medioambiental’ y en Bienestar Social logramos muchas cosas bondadosas para este pueblo. Después de 25 años hacer declaraciones de cara a la galería interesadas, quiero decirlo elegantemente, es algo miserable, porque al pueblo de Melilla hay que procurar siempre decirle a verdad.

–¿Qué significa Gloria Rojas?

–Gloria Rojas es una señora a la que estimo y aprecio aún cuando se equivoca con nosotros, que se equivoca muy a menudo. Yo siempre le digo cariñosamente, a pesar de que haces cosas que no son correctas desde el espacio del progresismo y de la izquierda; yo la aprecio y es una señora que en su momento no quiso ser presidenta y nosotros quisimos sacrificar nuestra ambición siendo la formación más votada de la ciudad de la oposición, otorgarle la generosidad al PSOE para dirigir un proyecto alternativo.

–En estas elecciones, ¿Mustafa Aberchán pactaría con el PSOE después que los acusó de ser cómplices con el rechazo inicial de las listas de CpM?

–Sí, sin duda.

–¿Con Ciudadanos?

–Sin duda.

–¿Piensan en un gobierno de coalición?

–Sin duda... Pero le quedan otras opciones... Yo siempre he dicho que en democracia hay que tener mucho cuidado con castigar al pueblo cuando se pretenda castigar al responsable político. Dicho de otra forma, vamos a hacer una consulta electoral al pueblo de Melilla y las urnas tendrán una representación de voto libre, otra también de voto cautivo, lamentablemente, de voto libre que decidirán PP, Vox, Ciudadanos, PSOE y CpM. Después de esa consulta no se puede ofender a los que han votado diciendo ‘con estos no voy a votar nunca’, no, no. Hay que pactar con un proyecto que garantice el bienestar de los ciudadanos melillenses, o sea, con llevarle trigo y bienestar y justicia social a los ciudadanos melillenses, sea quien sea, ese es nuestro código de conducta.

–¿CpM pactaría con cualquier partido por un proyecto de ciudad?

–Ese es nuestro código de conducta. Hace cuatro años hubo una situación similar y lo primero que hicimos fue coger un proyecto de prioridades muy necesarias, y la historia nos ha dado la razón, muy necesario por los desequilibrios de la ciudad y se lo colocamos al PP, al señor Imbroda, y le dijimos palabras literales: ‘Estamos dispuestos a apoyar a la formación más votada, sin pedir responsabilidades de Gobierno a cambio de que estas necesidades primordiales de tu pueblo, de nuestro pueblo, se solucionen’. Le pusimos encima de la mesa, la hemeroteca es fiel testigo de ello, un proyecto que se rechazó. Se quiso hacer uso de lo que es tan nocivo en esta ciudad a lo largo de la última década, que es el síndrome del número 13. El 13 da una mayoría aparente, numérica, matemática, pero invita a mucha corrupción.

–¿Pactarían por un proyecto de ciudad con cualquier formación?

–Por un proyecto de ciudad, sí.

–¿Con cualquier formación incluyendo Vox?

–Un proyecto de ciudad, sí.

–¿Cómo se imagina a Melilla en 10 o 15 años?

–Pues si somos maduros, responsables y no sujetos a nuestras miserias, yo creo que Melilla será lo que debe ser, una ciudad que exteriorice un modelo real de diversidad cultural, confesional, con bienestar y justicia social, porque la situación geopolítica y las circunstancias que tiene Melilla deben despertar a nuestros responsables a Madrid, en nuestro Gobierno una atención especial porque interesa. Interesa para exteriorizar esa imagen no solo de nuestro país, sino hacia afuera de nuestro país.

–¿Mustafa Aberchán es un hombre de fe?

–Mucha… pero también pecador. Quiero decir que yo no he escondido nunca mis convicciones religiosas, es más, siempre he dicho que lo mejor de Aberchán lo aporta mi fe. Mis virtudes y mis bondades son propias de mi fe, de lo que yo creo; y mis miserias y mis defectos son propias de Aberchán.

–En el área política, su plan de Gobierno se basa en la participación ciudadana ¿cómo lograr que los melillenses participen en él?

–En Melilla estamos viviendo momentos muy tristes con el voto cautivo o voto comprado; si uno va por la noche por la periferia encontrará jóvenes que están vendiendo su voto por 40, 50 o 30 euros a mercenarios del PP, y cuando digo mercenarios, es la forma más elegante que puedo decirle o referirme a ese tipo de personas que pretenden ir a quitarle a alguien que no tiene nada, que está inmerso en la drogadicción, que no tienen trabajo, ni educación, ni formación; no tienen nada más que su voto, quitarle lo más preciado que es el voto. ¿Qué podemos hacer con eso? Lamentablemente estamos defendiendo cosas sin sentido, por ejemplo, estamos batiendo todos los años o cada cuatro años el voto por correo. Este año son 4.200, una barbaridad. Si escuchamos lo que decía el PP hace ocho años habría que multiplicarlo por dos, por ahora. No dice nada porque no le interesa; hemos dicho todos los partidos políticos que el voto por correo debe ser nominal, debe exigirse que el que vota por correo lo entregue en correos, menos el PP que dice que no, que se garantiza más la libertad cogiendo maleta viajando a Málaga, por ejemplo y, ocultando ese voto por correo, comprado clientelarmente y remitido a correos ¿Qué se puede hacer con eso? La única forma de combatir eso es reventar las urnas con una participación masiva de voto ideológico que vaya en todas las direcciones, pero que sean libres, votos libres y que no sea decisivo ese voto por correo, que ya vamos por el segundo pucherazo.

–De llegar a la presidencia, ¿Han pensado cómo distribuirán el presupuesto?

–Nosotros tenemos un proyecto político que hemos definido en programas con cálculos numéricos. Obviamente cuando uno dice, ‘vamos a sacar a oferta pública 700 plazas’; puede sonar algo utópico, pero cuando vemos los números y decimos en cada ejercicio presupuestario vamos a colocar 8,4 millones de euros para alimentar las ofertas públicas, pues vemos que es posible 210 agentes de policía, vemos que es posible 40 profesionales de bomberos, es posible contratar a muchos más operarios, servicios operativos, a técnicos, auxiliares administrativos; todo eso está calculado. Igualmente está calculada la inversión que hay que hacer en infraestructura para mantener una contratación indirecta que generará bienestar o políticas de servicio o consumo; también está programado en números que en teoría debe ser una medida a medio y largo plazo, es decir, qué vamos a hacer para que en nuestra ciudad haya fábricas o industrias que puedan generar puestos de trabajo estables, que puedan producir bienestar en nuestra ciudad y que podamos producir algo fuera de nuestra ciudad. Todo eso lo hemos programado con los recursos que tenemos y, obviamente, la tristeza es que en lugar de tener esa posibilidad de debate que tienen en cualquier rincón del territorio nacional, el PP como se limita a que su programa tenga dos palabras, ‘Aberchán es malo’, pues se termina el debate, no hay posibilidad de debate, de poner encima de la mesa lo que ofrecemos nosotros, lo que ofrece el PP, lo que ofrece el PSOE y otras formaciones políticas.

–¿Cuáles son las tres áreas prioritarias que atendería CpM de llegar a la presidencia?

–Sin ninguna duda los jóvenes, sin ninguna duda nuestros mayores y sin ninguna duda la carencia en formación de nuestras mujeres.

–Un mensaje para los melillenses.

–Creo es importante que hagamos una reflexión y es si realmente tenemos motivos para tener ilusión y apostar; y si tenemos motivos para estar ilusionados y apostar por un futuro, busquemos la fórmula que más nos puede garantizar el bienestar de nuestros hijos. Nosotros modestamente, humildemente, hemos querido dar respuesta a esta pregunta que nos hemos hecho, y tenemos un programa ambicioso. Hemos dicho que en las generales saltábamos al ruedo a presentarnos porque teníamos ganas de defender Melilla ferozmente en el Congreso de los Diputados, sin ningún tipo de condicionante, sin ningún tipo de disciplina de siglas y ahora en las locales también se nos conoce por gestión cuando tuvimos responsabilidades en el año 2000 y 1999; y vamos con la ilusión renovada y con el compromiso dispuesto a servir a los ciudadanos y no servirnos.

–¿Qué se juega Melilla el 26M?

–Se juega decidir quiénes van a gestionar sus problemas, sus recursos, sus ilusiones en cambiar esto. Si hay ganas de cambiar, se cambiará, si no hay ganas de cambiar se votará lo mismo y si es así, tendremos más de lo mismo.